Cientos de globos blancos sobre Puerto Príncipe recuerdan el terremoto

AGENCIA EFE 13/01/2011 00:00

Las imágenes de la catástrofe que causó la muerte de unas 300.000 personas, heridas a un número similar y otros daños a un total de 1,5 millones de personas, volvieron a la mente de los ciudadanos a las 16:53 horas (21:53 GMT), el momento exacto en que la tierra tembló doce meses atrás.

El silencio y los cientos de globos blancos como estrellas en el cielo de la capital fueron los símbolos del doloroso recuerdo colectivo.

Las emisoras de radio suspendieron su programación y pasado el silencioso homenaje reanudaron las emisiones con la pieza musical "Haití, levántate", una pieza clásica de Jean Jean Pierre en la que se combinan compases muy tristes con otros más animados.

Entre tanto en Champ de Mars, que antes de la catástrofe era el parque histórico de la ciudad y que después se llenó de carpas de desplazados por el terremoto, se colocaba la primera piedra del "Memorial de Puerto Príncipe" en memoria de las víctimas.

A la ceremonia oficial asistió el presidente del país, René Préval, miembros de su gobierno y el enviado especial de la ONU, el ex presidente estadounidense Bill Clinton.

El ingeniero Chenet Gilbert, encargado de la construcción del memorial, anunció que será construido con cemento de los escombros de los edificios derrumbados por el terremoto.

Según dijo hoy en Santiago de Chile Heraldo Muñoz, director del PNUD para América Latina y el Caribe, el terremoto que sacudió Haití el 12 de enero de 2010 produjo un volumen de escombros "diez veces mayor" al que originó la caída de las Torres Gemelas de Nueva York a causa del atentado del 11 de septiembre de 2001.

Aún hoy quedan por retirar de Puerto Príncipe y sus alrededores diez millones de metros cúbicos de escombros, dijo Muñoz.

La jornada, declarada "de recuerdo y de recogimiento" y no laborable, se completa con misas y actividades culturales que seguirán hasta final de mes para conmemorar la catástrofe natural, definida hoy por la ONU como "la más mortal de la historia en un medio urbano".

Muchas personas se vistieron hoy totalmente de blanco o de negro, como señal de luto, para acudir a los actos conmemorativos.

"Por primera vez veo un día verdaderamente dedicado" a la memoria de las víctimas del terremoto, dijo a Efe el joven Ricardo, al constatar que los grandes y medianos comercios formales estaban cerrados en Puerto Príncipe.

Hasta los supermercados, que normalmente permanecen abiertos en días festivos, estuvieron hoy cerrados, mientras que las estaciones de gasolina trabajaron sólo media jornada.

En la catedral en ruinas de Puerto Príncipe se celebró una misa que fue retransmitida por diferentes medios de comunicación, los cuales también ofrecieron programas especiales con música acorde a las circunstancias y dedicaron espacios a mencionar los nombres de algunos fallecidos.

En varios lugares donde cayeron grandes edificios, como la Universidad de Puerto Príncipe o la Facultad de Lingüística, ciudadanos anónimos dejaron ramos de flores.

El gobierno haitiano invitó a los cerca de cuatro millones de ciudadanos que residen en el extranjero a sumarse a los actos conmemorativos, que incluyen misas, conferencias, charlas y actividades culturales, además del izado de banderas a media asta y el porte de distintivos negros.

En Estados Unidos, los principales eventos se realizaron en Miami, donde se rindió homenaje a personas que se destacaron en las labores de rescate tras el terremoto, como Karls Paul-Noel, subjefe de los Bomberos y Rescate de Miami-Dade (MDFR), y se inauguró un mural con escenas de la historia y la cultura de Haití.

Además, se programaron celebraciones religiosas, exposiciones de pinturas y fotografías de artistas haitianos y estadounidenses que se exhiben en diversos museos y galerías del sur de Florida.

En Santo Domingo, el presidente dominicano, Leonel Fernández, y su esposa, Margarita Cedeño, encabezaron un homenaje celebrado en las escalinatas del Palacio Nacional, donde se reunieron junto a funcionarios y empleados para guardar un minuto de silencio mientras un teniente de la guardia presidencial interpretaba a la trompeta un himno fúnebre.