Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, las ánforas fueron sustraídas en la madrugada del 6 de junio de 2010, siendo tasadas en un total de 1.600 euros, los cuales son reclamados por la hermandad, si bien el verdadero deseo de la misma es recuperar las piezas.
Por su parte, el acusado, apodado "el bicho", no acudió al acto del plenario, con lo que el tribunal no pudo conocer su versión de los hechos. Sin embargo, un testigo que presenció los hechos señaló en la vista que el acusado portaba las dos ánforas reconociéndolo sin ningún género de dudas.
Además, vio cómo cuando se acercaba un coche el procesado comenzaba a correr enterándose el testigo a los dos días de que habían sido sustraídas las ánforas, por lo que lo comunicó a la Guardia Civil.
Así las cosas, y como autor de un delito de hurto, J.P.C.R. ha sido condenado a seis meses de cárcel y a indemnizar a la Cofradía del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores de Baeza en la cantidad de 1.600 euros por los efectos sustraídos y no recuperados.