En un comunicado, la CEE señala que tras el acuerdo alcanzado este jueves por el Comité Ejecutivo, y "ante las sorprendentes medidas que permiten la venta sin prescripción médica de fármacos con posibles efectos abortivos y eventuales secuelas negativas para la salud de las mujeres o niñas que los utilicen, publica de nuevo las orientaciones que a este respecto ha emitido la Conferencia Episcopal".
En ellas, se expone que "la píldora del día después es una auténtica técnica abortiva y no simplemente anticonceptiva" y que "se trata de un fármaco que no sirve para curar ninguna enfermedad, sino para acabar con la vida incipiente de un ser humano".
"La difusión, la prescripción y el uso de la píldora del día siguiente son, por tanto, prácticas moralmente reprobables por tratarse de un aborto provocado. De ello son también responsables todos aquellos que cooperan con tal procedimiento", explican los obispos en sus documentos.
"Dejar nacer es el deber del amor al prójimo"
Rouco Varela, que este viernes ha presidido la solemne Eucaristía en honor al patrón de Madrid, San Isidro Labrador, ha evocado la figura del santo, recordando que representa a "uno de esos santos cuya actualidad permanece inmarchita en la historia".
En este sentido, ha explicado que también San Isidro "muestra la vía inequívoca por donde ha de dirigirse la reflexión sobre la situación del actual momento de Madrid y de España", y "cómo han de orientarse y conducirse los proyectos e renovación de la vida cristiana en la Iglesia y en la sociedad".
En este sentido, el cardenal ha afirmado que si se impide que nazcan los niños, "la mesa común de la familia humana se irá quedando sin hijos, hasta terminar vacía".
Por eso, ha pedido que "no se le niegue a ningún concebido de mujer el derecho a nacer", y que "dejar nacer a los hijos es el primer y fundamental deber del amor al prójimo, del amor al más necesitado". RSO