Decenas de miles de devotos acuden a la beatificación de Fray Leopoldo en Granada

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 12/09/2010 13:04

Veinte minutos más tarde, han subido al altar un total de 150 religiosos, entre ellos el arzobispo titular de Sila y prefecto de la Congregación para la Causas de los Santos, Angelo Amato, el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, el vicepostulador de la Causa, fray Alfonso Ramírez, el cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, y el cardenal arzobispo de Toledo y prefecto de la Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, monseñor Antonio Cañizares, el arzobispo castrense Juan del Río, y el arzobispo guatemalteco, de Santa Rosa de Lima, Bernabé Sagastune, entre otros.

Tras un canto del coro, ha comenzado la lectura de una breve biografía del 'limosnero' y del decreto en latín por el que el Papa Benedicto XVI inscribe en el libro de los beatos al fraile.

Un aplauso ha dado paso a continuación al descubrimiento de una imagen del ya beato rodeado de ángeles, con las manos extendidas, elevándose al cielo. Seguidamente, un relicario con los restos del metatarso del pie derecho del beato se han subido en procesión entonces al altar, donde ha sido recibido, con 'aleluyas' del Coro, por el arzobispo de Granada.

Medio siglo como limosnero

Angelo Amato, representante del Vaticano, ha exaltado la "vida ejemplar" y la "humildad" y "caridad" del beato. "Si Granada es conocida en todo el mundo por la Alhambra, también lo es por muchos devotos de Fray Leopoldo. Ha recordado que, como hiciera San Juan de Dios, Fray Leopoldo recorría las calles de Granada "edificando con su caridad y su bondad" como rasgos distintivos. "Todos los testigos coinciden en que desde su infancia tenía un corazón de oro y era habitual que compartiera su merienda con otros pastorcillos pobres".

Su vida, ha manifestado el arzobispo, está tejida de trabajo y de oración, y fue hortelano, sacristán, enfermero de pobres y ancianos y limosnero", ha indicado. Como limosnero, oficio que ejerció por medio siglo en Granada, iba cargado con alforjas a sus espaldas, y caminaba pidiendo, ofreciendo a cambio consejo y oración.

Tres años antes de su muerte cayó rodando por unas escaleras y sufrió fractura de fémur, y, tras una convalecencia hospitalaria, consiguió volver a caminar con ayuda de dos bastones y continuar con su vida contemplativa, pero ya en el convento. Fray Leopoldo falleció en la mañana del 9 de febrero de 1956, y multitud de fieles acudieron al convento a darle su último adiós. Desde entonces, cada año miles de devotos visitan la cripta en la que descansan sus restos.

Algunas lipotimias

Tras las palabras del prefecto ha comenzado la Eucaristía, donde un total de 600 ministros de la Comunión, seglares, han tomados los cálices y han distribuido el pan entre el público en general a lo largo de una media hora para dar fin a la ceremonia, tras unas palabras del arzobispo de Granada, tal y como estaba previsto.

La mañana ha transcurrido sin apenas incidencias y tan sólo se han registrado una veintena, la mayoría consecuencia de las altas temperaturas, como lipotimias o bajadas de tensión y otras como caídas y un ataque de epilepsia, que han sido trasladado a centros hospitalarios por precaución. LA