Desarrollados y emergentes chocan otra vez en Cancún, pero no descartan pacto

AGENCIA EFE 09/12/2010 00:00

Los ministros y representantes de los más de 190 países que asisten a la cumbre de Cancún empezaron a analizar en detalle las diferentes propuestas para avanzar en la negociación, pero los progresos son lentos y algunas delegaciones empiezan a impacientarse.

"Este es el único proceso que tenemos. Hay que hacer algo porque salir de aquí sin nada no es una opción política", dijo la comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, si bien reconoció que aún "faltan muchas horas" hasta el fin previsto de la negociación, el 10 de diciembre, y que también "hay fuerzas muy constructivas, pero está en juego el multilateralismo".

El centro de la negociación es la supervivencia del Protocolo de Kioto (1997) y sobre la necesidad de transparencia en la mitigación de las emisiones contaminantes, con los compromisos cifrados que cada país, ricos y emergentes, están dispuestos a hacer.

Kioto, que entró en vigor en 2005 y expira en 2012, busca reducir las emisiones de los gases que causan el calentamiento global, como son el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, además de tres gases industriales fluorados.

La presidenta de esta conferencia, la canciller mexicana, Patricia Espinosa, reunió por primera vez a un grupo de países "suficientemente representativos" para ir desbrozando los puntos en los que todos coinciden, dijeron fuentes diplomáticas.

El objetivo es evitar que lo que algunos delegados llaman "el fantasma de Copenhague", en alusión al fracaso de la cita danesa por las profundas divergencias entre todos ellos y los múltiples frentes que se abrieron en esas tratativas, llegue a Cancún, y conduzca el proceso a una nueva situación sin salida.

No lograr una solución de ese protocolo supondría el fracaso de la negociación.

Así, Japón, con el apoyo de Canadá y Rusia, ya ha advertido que no apoyará la prórroga de Kioto, si los que no están en él (EE.UU., China, India, Brasil y Sudáfrica) no se comprometen a las mismas reducciones que los demás.

Para Estados Unidos cualquier documento sobre reducción de emisiones de gases contaminantes vinculante que aquí se acuerde debe incluir "a todos", particularmente a las potencias económicas emergentes, dijo el jefe de la delegación estadounidense, Todd Stern.

"Tenemos una posición consistente en esto y es que cualquier cosa que se diga sobre un acuerdo vinculante en el futuro debe aplicar al menos a todos los grandes países, incluidas China, India, Brasil y otros", subrayó en una conferencia de prensa

Sin embargo, EE.UU. es uno de los países que nunca ratificó Kioto, y junto a China, otro que no se considera afectado por ese tratado porque está en desarrollo, los mayores contaminantes del planeta.

Otra voz de país desarrollado es la de la presidenta de la Confederación Helvética, Doris Leuthard, quien pidió "un marco vinculante que prevea obligaciones claras, verificables y que se puedan comparar para todos, en especial para los mayores emisores de gases contaminantes y para los países desarrollados".

Leuthard subrayó que todos los países tienen que "aportar sus contribuciones para salir del bloqueo", incluidos los grandes países en desarrollo que no tienen obligaciones respecto a Kioto, como son China, India o Brasil.

De ellos dijo que "piden que se les escuche, y eso es totalmente legítimo, pero más poder y derechos significan también más responsabilidades".

El ministro indio de Medio Ambiente, Jairam Ramesh, señaló que su país, como economía emergente y que depende del carbón para la producción de electricidad, no puede reducir sus emisiones porque su desarrollo económico depende de ello.

Por su parte, América Latina, una de las regiones más afectadas por el cambio climático, exigió a los países desarrollados que asuman sus compromisos como principales causantes del calentamiento global del planeta.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró que "los países desarrollados son los causantes del cambio climático y los que mayores responsabilidades tienen para solucionar el problema".

Además de Ecuador apoyaron también una ampliación del tratado de Kioto otros como Honduras y Cuba, cuyo canciller, Bruno Rodríguez, insistió en que "los países del sur no somos los responsables de la falta de acuerdo para frenar el cambio climático, somos más bien víctimas de la falta de avance".

Cuba, al igual que Bolivia y Venezuela, no firmó el acuerdo de mínimos con el que se saldó el anterior encuentro en Copenhague.

Los países de la región, que representan el 12% de las emisiones de gases de efecto invernadero, no se consideran obligados a reducirlas y exigen a las naciones más ricas fondos financieros y tecnologías para adaptarse al cambio climático.