En el momento de proceder a las detenciones, uno de los miembros del clan esgrimió un arma de fuego que estaba cargada y preparada para disparar, pero uno de los agentes que entró en el piso se abalanzó sobre él y lo inmovilizó sin que efectuará ningún disparo.
Las detenciones se produjeron después de que los Mossos fueran informados de que un piso del paseo Santa Coloma, del barrio Baró de Viver de Barcelona, se había convertido en un "importante punto de venta de sustancias estupefacientes", en concreto cocaína y heroína.
Los vecinos se habían quejado a la policía del elevado número de personas, "con aspecto de toxicómanos", que entraban y salían del domicilio de manera continuada y que consumían sus dosis en la calle.
El pasado 5 de mayo, la policía catalana entró en el domicilio investigado y detuvo a las personas que vivían en él, una operación que se vio dificultada porque el piso tenía una puerta blindada de hierro reforzada con anclajes en la pared.
En el interior de la vivienda, los Mossos encontraron tres pistolas de diferentes calibres, 26 cartuchos de munición, cuatro catanas, dos cuchillos, un machete, un bastón con una espada oculta en su interior, nueve envoltorios de sustancias estupefacientes, dos botellas de amoniaco, posiblemente para cortar la droga, 2.170 euros y un ordenador portátil.
Uno de los detenidos, Jesús S.M., de 47 años, que ha sido puesto en libertad con cargos, tiene antecedentes por violencia habitual en el ámbito familiar, homicidio doloso y tenencia ilícita de armas y explosivas.
Los otros detenidos son Antonio S.M, de 44 años, que ha ingresado en prisión; Pedro S.M, de 39 años, en libertad con cargos, Olga B.S., de 35 años, en libertad con cargos; Manuel S.M, de 42 años, en libertad con cargos.
Junto a los cinco adultos, los mossos han detenido a dos menores.