Según un comunicado de los Mossos, los hechos ocurrieron en el transcurso de un control preventivo estático de velocidad en la AP-2, en el término municipal de Banyeres del Penedés (Tarragona).
En este punto la velocidad máxima permitida es de 120 kilómetros por hora, la genérica de la vía, pero a las 16:29 horas el radar detectó un vehículo circulando a 229 kilómetros por hora en dirección a la AP-7.
La patrulla policial detuvo a este vehículo en el kilómetro 232 de la AP-2 y mientras informaban del motivo del paro constataron que el conductor podría circular bajo los efectos del alcohol.
Los agentes le hicieron al detenido la prueba de detección alcohólica y, según han informado, dio 0,91 mg / l en la primera prueba y 1,01 mg / l en la segunda prueba con el etilómetro evidencial.
Al conductor se le acusan de tres delitos: contra la seguridad vial, al circular con una velocidad superior en 80 kilómetros a la genérica de la vía; contra la seguridad del tráfico al circular con una tasa de alcoholemia superior a 0,60 mg/l y temeridad manifiesta, según el Código Penal, al coincidir las dos circunstancias anteriores.
El detenido ha pasado a disposición del Juzgado de Guardia en funciones de Instrucción de El Vendrell y la Autoridad Judicial ha decretado la libertad con cargos.