Se trata de la perforadora "Raise Borer Strata 950", que fue detenida al alcanzar los 195 metros de profundidad, de un total de 702 que debe cavar para llegar a la galería en la que se encuentran los mineros.
La "Strata 950" es la encargada del Plan A para el rescate de los obreros y su detención se suma a la que desde el jueves afecta, también por labores de mantenimiento, a la "Schramm T-130", que ejecuta el Plan B y que se aproximaba a los 300 metros cuando su cabezal dio contra un trozo de hierro y se rompió, quedando atrapada en el extremo inferior del conducto que está cavando.
En principio se dijo que esta última estaría detenida 48 horas, que se cumplen hoy, pero hasta el mediodía (16.00 GMT), no había novedades.
El ministro de Minería, Laurence Golborne, dijo que falló un sistema de imanes con el que se intentaba capturar el cabezal desde el conducto, debido a la abundancia de "magnetita" en el terreno, por lo que ahora se intentará asirlo con otra herramienta, que es una especie de araña metálica.
"La buena noticia es que (el cabezal) se logró soltar y se va a intentar ahora con una especie de araña, en realidad es una pieza medio artesanal, con ella se va a intentar atraparlo en el curso del día", explicó.
Según Golborne, la magnetita, cuando se introduce en las barras imantadas, anula la capacidad de éstas para adherirse a objetos metálicos.
Lo de la "Strata 950" "es un mantenimiento normal", subrayó el ministro, quien sostuvo que la operación de esta máquina "sigue dentro de lo planificado".
En tanto, el ingeniero André Sougarret, a cargo del rescate, dijo que el "Plan C", a cargo de la máquina petrolera, comenzará "de aquí al 20 de septiembre".
"Este es un pozo que va de un solo diámetro, de una sola vez. Es más lenta que la perforación, por ejemplo, que la T-130", manifestó Sougarret.
La máquina petrolera, bautizada por los familiares de los mineros como "Transformer", por sus grandes dimensiones, está siendo instalada en una plataforma de 50 por 60 metros construida previamente.
Este sábado llegó a la mina una delegación de dirigentes de la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia interesados en la situación porque, según dijeron, temen que ocurra algún accidente similar en la zona de Potosí, donde unos 12 mil obreros trabajan en precarias condiciones de seguridad.
Entre los atrapados en la mina San José se encuentra además el boliviano Carlos Mamani, de 23 años.
Los mineros atrapados siguen recibiendo comida caliente y mensajes de ánimo de familiares para sobrellevar los días que les quedan bajo tierra.