La mujer estadounidense explicó al juez de Nevada que una amiga se negó a conducir porque había olvidado sus gafas. Por eso sentó a su hijo sobre sus rodillas para que pudiera ver por el parabrisas de su Buick y le dijo que la llevara a casa. En el coche iba otro niño de 7 años.
Un medio local señaló que la madre fue detenida unas calles después de que un motorista viera el coche dando bandazos y variando de velocidad. Misty podría ser condenada a cinco años de prisión por negligencia y abuso infantil y a pagar una multa de 10.000 dólares.
Declaró a la policía que es alcohólica y estaba en recuperación, pero el fin de semana volvió a beber. Su tasa de alcohol en sangre era tan alta que se requirió una autorización médica para que pudiera ser puesta bajo custodia.
Misty señaló que "él me presionaba para que le llevara a casa. Condujo él mismo a casa y nosotros estábamos en el coche. Yo estuve fuera de combate la mayoría del camino. Se puso en camino y sólo nos dejó allí. Había otra mujer con nosotros pero no tenía sus gafas por lo que se negó a conducir".
El juez, sin embargo, le reprochó que culpara a tres o cuatro personas pero no a sí misma. "Mientras piense que alguien más es responsable excepto usted, no tengo razón para mostrar ninguna clemencia hacia usted".
"Desde su perspectiva, todo conspiró para que usted cometiera un grave delito de abuso infantil. Es una tontería. La próxima vez que venga aquí, espero no oír un puñado de excusas para la absoluta maldad e irracionalidad de poner a su hijo en su regazo para que condujera mientras usted estaba borracha".