"Innovar no implica utilizar tecnología, sino estar abiertos a desarrollar una serie de competencias que va a formar a nuestros trabajadores del futuro", subraya Sanz, para añadir que Microsoft está impulsando herramientas específicas para fomentar la creatividad en el alumnado, el pensamiento crítico y la comunicación, tales como Minecraft, en su vertiente educativa, u Office 365 que promueve el trabajo colaborativo.
Asimismo, señala la necesidad de "despertar" vocaciones en el ámbito de las tecnologías, las matemáticas o ingenierías de los más jóvenes ante la "falta de profesionales" con este tipo de conocimientos. "El objetivo es contribuir a cubrir este vacío", apostilla.
Para Sanz, la principal barrera para la innovación educativa en España es la formación del profesorado y considera que es necesario que exista un proyecto de transformación metodológica y pedagógica previo a la introducción de la tecnología en el aula.
"Se necesitan cambiar los entornos tradicionales de aprendizaje hacia algo que se demanda más en la sociedad, que es el reflejo de lo que ahora los jóvenes están utilizando. Y si no hay realmente una formación del profesorado en este ámbito ni un proyecto, no hay innovación", asevera.
Asimismo, insiste en que la aplicación de la tecnología en la educación debe ir acompañada no sólo de la competencia digital del docente sino también de la seguridad: "Los alumnos tienen que estar preparados a lo que se llama identidad digital, pues todo lo que hacen en la red tiene repercusión".