El complice de José Carlos Serna no estaba en la sección 23 ni en otro juzgado de la Audiencia Provincial. La mujer que envió el exhorto, la orden de libertad falsa, utilizó un fax de un locutorio de Torrelodones (Madrid).
Se hizo pasar por funcionaria cuando contestó que no había nadie más en la Audiencia para pedir una comprobación del exhorto a través de un móvil que posteriormente abandonó. Los hechos ocurrieron el día 30 de diciembre sobre las cinco de la tarde; el 31 no trabajaría nadie y el juzgado de Arganda creyó a la mujer y tramitó la orden de libertad de Serna.
La Policía investiga el engaño y las pesquisas apuntan directamente al entorno del preso fugado. Una casa de 'El Escorial', donde viven su madre y una asistenta, el domicilio de su mujer y de su hija están en el punto de mira. Serna tenía preparada una avioneta para emprender su fuga.
El exhorto falso fue elaborado con un programa informatico. Eso es lo que Serna explicó en la prisión de Valdemoro cuando preparó su primera fuga el pasado 15 de octubre. Entonces el timo fue calcado aunque el juzgado engañado fue el de Valdemoro. Una casualidad permitió a la Guardia Civil atraparle en un hotel de Villalba.
El Tribunal Superior de Justicia investiga como un método tan burdo ha burlado en dos ocasiones el protocolo de seguridad de excarcelación de presos.