En el escrito se les acusa de un delito de desobediencia, por no indicar el paradero del menor, a requerimiento tanto de la Xunta como del juez de Instrucción 2 de Ourense, para proceder a su internamiento en el Centro de Menores de A Carballeira.
Según estas mismas fuentes, el Fiscal Jefe Florentino Delgado está analizando toda la documentación recabada en el caso del menor de diez años que padece obesidad mórbida y no descarta la posibilidad de acusar a los padres, además, de "absentismo escolar" del menor.
Tras una primera valoración de esta situación, fuentes judiciales indican que el absentismo podría haberse dado de forma continua, al menos desde la constitución de un protocolo en 2008 contra el absentismo escolar.
"Desde 2008 se tiene conocimiento de que no acudía habitualmente a clase", apuntaron estas fuentes, que añadieron que esta situación está actualmente "en el punto de mira de la Fiscalía".
Por ahora, los progenitores están acusados por un delito de sustracción de menores y desobediencia administrativa, por los que se le puede imputar una pena máxima de dos años y que no conlleva el ingreso en prisión.
La Xunta de Galicia solicitó la custodia del menor después de que un informe médico en agosto pasado -cuando fue atendido en un centro médico- alertara de insuficiencia respiratoria grave como consecuencia de su estado, ya que llegó a alcanzar un peso de 83 kilogramos, aunque según los familiares pesa ahora 70.