Ginés protegía a los rumanos implicados en la mafia de prostitución

INFORMATIVOSTELECINCO.COM/AGENCIAS 23/05/2008 12:45

Carlos M.G., el principal colaborador de Ginés, protegía a uno de los integrantes de la mafia, de nombre Catalín, y a su esposa, Andrea. Ambos se encargaban de "cobrar por esquina" en el polígono de Vicálvaro donde las meretrices denunciantes ofrecían sus servicios. La mano derecha de Ginés también era el valedor de los hermanos Iont y Francis Giurca, de nacionalidad rumana, que tenían "su propia clientela" y colaboraban con Catalín en la recaudación del dinero.

Estas mismas fuentes indicaron que Adrián J.P. solía acudir de parte de Carlos al polígono para cobrar el dinero exigido a los rumanos por la protección ofrecida. A veces, el propia Carlos se desplazaba a la zona si las prostitutas se negaban a pagar las cuantías exigidas, al margen de lo que tenían que dar a sus chulos.

Alberto Fernández-Palacios ha destacado que la rueda de reconocimiento ha sido "correcta, rigurosa" y que estaba "bien montada". "La rueda ha ido a favor de mi cliente", ha asegurado el letrado, que no ha precisado cuántas de las siete prostitutas que han participado en el reconocimiento han identificado a su cliente, y sólo ha dicho: "algunas sí lo reconocen y otras, no".

Los padres del acusado han acompañado a éste en las dependencias judiciales y su madre ha dicho a los periodistas que su hijo "está muy limpio" y que las meretrices que le han reconocido lo han hecho porque "lo conocen de verle patrullando".

En esta prueba, además del segundo del jefe de la policía local de Coslada, Ginés Jiménez, han tenido que participar los acusados Adrián J.P. y Antonio José C.A. Este último no ha sido reconocido por ninguna de las siete testigos protegidas, según ha informado su defensa.

El abogado de Carlos G.M., satisfecho con la rueda

Tras la rueda de reconocimiento el titular del juzgado de instrucción número 21 de Madrid, Eduardo Cruz Torres, que ha levantado el secreto de sumario del caso, ha comenzado a tomar declaración a las siete prostitutas que están compareciendo con los rostros ocultos, algunas con pasamontañas y otras con gafas de sol. AC