Pese a los llamamientos públicos que los altos funcionarios estadounidenses han realizado a través de los medios de comunicación, el pastor Jones se mantiene en su intención de quemar ejemplares del Corán el próximo sábado en su iglesia de Florida.
Tanto los miembros del Gobierno como las autoridades del FBI y de la Interpol han advertido de las represalias islamistas que puede general la acción del pastor en todo el mundo.
En declaraciones al diario USA Today, Jones aseguró que hasta el momento no ha recibido llamadas de la Casa Blanca, el Departamento de Estado o el Pentágono, pero agregó que si las recibiera "por supuesto que eso nos llevaría a pensarlo dos veces".
"Eso es lo que estamos haciendo", añadió Jones, de 58 años de edad, quien añadió que una llamada del Gobierno "no es algo que uno pueda ignorar".
Jones también afirmó que podría reconsiderar su decisión de quemar las copias del libro sagrado del Islam "si recibía un mensaje de Dios" en ese sentido.
Por su parte, el portavoz del Pentágono, Geoff Morrell, indicó que el Gobierno ha analizado la conveniencia de comunicarse directamente con Jones para instarle a que ceje en sus planes, pero añadió que todavía no se ha tomado una decisión al respecto.