Greenpeace bloquea la entrada al Consejo de la UE en Luxemburgo para denunciar la sobrepesca

EUROPA PRESS 12/06/2012 12:37

La acción coincide con las negociaciones a Veintisiete para pactar un "enfoque general" que sirva de base para iniciar los contactos con el Parlamento Europeo, con quien deben pactar la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) que tendría que entrar en vigor en 2013.

En torno a una docena de activistas vestidos de amarillo y con pancartas dirigidas a los titulares europeos de Pesca que reclaman el "fin de la sobrepesca" han bloqueado la entrada principal para tratar de impedir el acceso a la sede del Consejo de la UE en Luxemburgo. La protesta, sin embargo, ha tenido lugar sin incidentes y se han habilitado otros accesos.

"Los ministros están actuando de manera irresponsable, poniendo en peligro el futuro de nuestros mares. El acuerdo permitiría a la industria codiciosa continuar la sobrepesca en la próxima década", ha criticado un portavoz de Greenpeace, Thilo Maack, que ha pedido a los ministros que encuentren el "valor" para poner fin a la "pesca destructiva".

Greenpeace y otras organizaciones, como OCEANA y WWF, han criticado en las últimas semanas el documento que negocian los ministros de la Unión Europea porque consideran que rebaja las medidas propuestas por Bruselas para una pesca sostenible, propuestas que ya consideran de por sí insuficientes.

En concreto, Bruselas apuesta por acabar en 2016 con los descartes --pesca accesoria que es devuelta al mar por su escaso interés comercial--, asegurar el rendimiento máximo sostenible de todos los recursos desde 2015 y suprimir las ayudas al desguace y la reestructuración de la flota porque considera que estos apoyos han demostrado ser ineficaces en el pasado.

Sin embargo, países como España, principal flota europea, y Francia reclaman que se permita cierta "flexibilidad" en alguno de los objetivos de la nueva PCP para adaptar los plazos a cada pesquería, en función de la capacidad del sector para responder a los plazos.

Entre los principales problemas para el acuerdo estaría la supresión de todos los descartes en 2016 y la obligación de desembarcar en puerto todo el pescado capturado, por las dificultades del sector a adaptarse, según fuentes próximas a la negociación.