El pastor Jones desaparece en Nueva York tras cancelar la quema del Corán

AGENCIA EFE 12/09/2010 00:00

El polémico pastor evangelista, que apenas tiene 50 feligreses y que desató la ira del mundo musulmán más extremo al proponer la quema del Corán, viajó el viernes por la noche a Nueva York, con la esperanza de que el imán Feisal Abdul Rauf accediera a reunirse con él y poder así tratar de convencerlo personalmente de trasladar el centro a otro lugar.

"Hemos decidido cancelar la quema", aseguró Jones a primera hora del sábado en una entrevista en directo concedida al programa de "Today" de la NBC, en la que explicó que "una de las razones" por las que propuso tal idea fue "mostrar que hay un elemento del Islam que es muy peligroso y radical".

"Creo que definitivamente hemos conseguido ese objetivo", afirmó el pastor, quien añadió: "Aunque no hemos quemado un solo Corán, hemos recibido más de cien amenazas de muerte".

A partir de entonces, no volvió a trascender comparecencia alguna del pastor de Florida, que andaba pendiente de poder reunirse con el imán responsable de la llamada Iniciativa Córdoba.

En la sede de esa agrupación nadie atendía hoy los teléfonos y las redes sociales que suelen mantener actualizadas no hacían comentario alguno sobre esa supuesta reunión.

Desde que anunció su iniciativa de quemar hoy cientos de copias del Corán, coincidiendo con el noveno aniversario del 11-S, la presión para que retirara su convocatoria fue en aumento, hasta el punto de que forzó la intervención de personalidades de todos los ámbitos, incluido el presidente de EE.UU., Barack Obama, y el Papa Benedicto XVI.

Así, el jueves por fin dijo que dejaba en suspenso su propuesta y aseguró que el imán detrás de la Iniciativa Córdoba había accedido a trasladar el centro a otro lugar, así como a reunirse con él, algo que de inmediato fue rechazado por el propio Rauf.

"Me alegro de que el Pastor Jones haya decidido no quemar ningún Corán. De todas formas, yo no he hablado jamás con el Pastor Jones. Estoy sorprendido por su anuncio", aseguró el imán Rauf en un breve comunicado.

Después de una sucesión de declaraciones contradictorias, finalmente el pastor tomó un avión el viernes por la noche con la esperanza de reunirse con él y convencerlo personalmente.

Al aterrizar en el aeropuerto de La Guardia, agentes de la Policía lo escoltaron y, según detalló a CNN posteriormente el jefe de ese departamento, Raymond Kelly, mantuvieron con él una larga conversación, en la que, entre otras cosas se le dijo que estaría vigilado de cerca "por su propia seguridad".

"¿Quién va a ser el próximo que busque sus quince minutos de fama?", simplificó el propio gobernador de Nueva York, David Paterson, al confirmarse la llegada del pastor a la ciudad. "Cada vez tengo una mayor sensación, especialmente este año, de que la memoria de quienes murieron (el 11-S) no se está respetando".

Esta mañana, Jones concedió la citada entrevista en la que dijo que no llamaría a la quema de ningún Corán "ni hoy ni nunca" y reconoció que no había logrado concertar cita alguna con el clérigo musulmán, aunque expresó su deseo de que éste tuviera el "gesto" de "abrir la puerta para hablar".

Mientras, los responsable de Iniciativa Córdoba se mantenían en silencio, mientras que los de Park51 -el proyecto inmobiliario que albergaría el polémico centro- se limitaban en las redes sociales a remitirse a las palabras de Obama durante el acto conmemorativo del 11-S en el Pentágono.

Obama rechazó en su discurso que el aniversario de los ataques sirva para promover la intolerancia religiosa y afirmó que su país "no está ni estará nunca en guerra con el Islám". Añadió: "No fue una religión la que nos atacó aquel día, hace nueve años, fue Al Qaeda".

A medida que avanzaba el día cada vez parecía más evidente que la reunión no se celebraría y medios locales aseguraban que fuentes de Iniciativa Córdoba confirmaba tal extremo, aunque no se emitió declaración oficial alguna al respecto.

Mientras, miles de personas se manifestaban en Nueva York en contra y a favor de que se levante un centro islámico a dos manzanas de la zona cero, algo que, para quienes se oponen, es una falta de respeto a la memoria de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001.