Casi la mitad de los casos de estos primeros meses del año han ocurrido en las comarcas de la zona sur de la provincia de Barcelona (6) y otros cuatro han sido en Girona, aunque no se ha producido ninguna detención.
Según la consejera de Interior catalana, Alba Alfageme, se trata de casos en que las niñas van a viajar a sus países y que existe un riesgo real de que allí les practiquen una ablación, lo que obliga a activar los protocolos y a que los Mossos actúen.
Así, en algunos casos simplemente se firma un compromiso con los padres y los agentes implicados para que cuando la niña regrese del viaje sea explorada por un pediatra y si se confirma la agresión, los padres sean procesados.
En otras ocasiones, cuando el riesgo es más grave, se impide que la menor viaje y se puede llegar al extremo de retirarle la custodia a los padres, además de que "si hay riesgo, no viajan", asegura la experta.
La franja de edad depende de las comunidades practicantes, principalmente africanas y centroamericanas, aunque se les puede realizar la mutilación genital desde que nacen hasta la pubertad, algo que se utiliza, según Alfageme, para "controlar la sexualidad" de estas mujeres.
En este mismo periodo, los Mossos han impedido que cuatro menores y tres jóvenes mayores de edad residentes en Catalunya, de entre 14 a 21 años, fueran forzadas a casarse contra su voluntad. EPF