Musulmanes celebran el fin del ayuno en medio de la polémica por la quema del Corán

AGENCIA EFE 10/09/2010 08:16

La tranquilidad y el ambiente festivo que reina hoy en los países árabes contrasta con la creciente preocupación internacional ante la iniciativa del pastor radical estadounidense Terry Jones de quemar libros sagrados mañana sábado con motivo del aniversario de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en EEUU.

Sin embargo, tras las presiones recibidas y después de cambiar de opinión, el reverendo anunció hoy su decisión de suspender la quema del ejemplares del libro sagrado musulmán, que estaba prevista para este sábado.

De llevarse a cabo, la iniciativa de Jones coincidiría con el "Eid al Fitr", una de las festividades más importantes del calendario islámico, ya que celebra el fin del Ramadán, un mes en el que precisamente se conmemora la revelación del Corán al profeta Mahoma en el 610 d.C.

Entretanto, los musulmanes árabes de Oriente Medio disfrutaron hoy de un día de visitas familiares, ajenos a la polémica, aunque en Irak la iniciativa de Jones estuvo presente en algunos sermones del rezo especial del Eid al Fitr, que se celebra a las 06.00 horas de la mañana.

Los discursos de los imanes se centraron en la importancia de la convivencia pacífica, el rechazo a la violencia y afrontar las amenazas de Jones.

La Asociación de Ulemas Musulmanes, la principal organización religiosa suní de Irak, señaló en un comunicado que "Jones expresa un rencor escondido que no carece de ambiciones personales y políticas", mientras que el gran ayatolá, Alí Sistani, máximo clérigo chií iraquí, instó a los musulmanes a autocontrolarse.

Frente a la preocupación de la jerarquía religiosa, ciudadanos como Um Nadine, de credo chií, expresó su inquietud por cuestiones más cotidianas como el éxito de los juguetes bélicos entre los niños iraquíes en una festividad donde es habitual hacer regalos a los menores.

"Lo que me molesta es que los niños insisten en llevar armas (de juguete) y es imposible hacerles cambiar de idea", señaló a Efe Um Nadine.

Además de regalar juguetes a los más pequeños, es costumbre en el "Eid al Fitr" estrenar ropa nueva.

En Jordania, tras el rezo de la mañana y durante las visitas a parientes, los hombres dan a sus madres, hermanas e hijas casadas y niños, "idiyas", que es una cantidad de dinero, que depende de la situación financiera del donante.

Por su parte, en el Líbano, un mosaico de dieciocho comunidades, los fieles de otras religiones aprovechan para felicitar a sus compatriotas musulmanes por esta fiesta.

El mufti de la república, jeque Mohamad Qabani, máximo líder religioso suní del país, habló en su sermón de esta mañana de asuntos locales como la presencia de armas en las calles libanesas y la unidad nacional.

En la vecina Siria, Damasco se convirtió en una especie de parque de ocio para los niños con la instalación de atracciones en distintos puntos de la ciudad, durante los tres días que durará el "Eid al Fitr".

Los restaurantes estaban hoy repletos y en las calles de la capital destacaban los espectáculos de folclore popular.

Los Emiratos Árabes Unidos celebran el fin del Ramadán como una costumbre denominada "Fauala al Eid" que consiste en agasajar a los visitantes -amigos y parientes- con exquisitas comidas y postres tradicionales, además del típico "café árabe", que paradójicamente no se prepara con café de grano, sino con una mezcla de especias.

Las comidas emiratíes típicas de estas fechas son Al Zarid, que se elabora con pan y sopa de carne; Al Haris, que consiste en una tortilla de trigo mezclada con carne picada y Al Biriani, con arroz, carne de pollo y cordero, y aliño de especias.

Los egipcios, por su parte, suelen servir arenque ahumado y "kahk", dulces de harina, agua, grasa y azúcar.

Las calles de El Cairo estaban hoy desiertas, lo que contrasta con los enormes atascos que ha registrado la capital egipcia en los últimos días.

El primer día del "Eid al Fitr" coincide con el comienzo del mes musulmán de Shaual, el siguiente al del Ramadán, mes de ayuno durante el cual los fieles adultos deben abstenerse de comer, beber, fumar ni mantener relaciones sexuales entre el alba y el ocaso.