"El Niño" reducirá la actividad ciclónica del 2009 en la cuenca del Atlántico

AGENCIA EFE 29/05/2009 14:42

Para la temporada en el Atlántico, que comienza el 1 de junio y se prolonga hasta el 30 de noviembre, se ha vaticinado la posible formación de 14 tormentas tropicales y entre cuatro a siete huracanes de los que entre uno y tres serían de categoría mayor (3, 4 y 5) en la escala de intensidad Saffir-Simpson del uno al cinco.

Los expertos del Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Miami han pronosticado una temporada "cerca de lo normal".

En una temporada promedio se forman once tormentas y seis huracanes, de los cuales dos alcanzan categorías mayores.

"Existe la posibilidad de que el fenómeno de 'El Niño' se desarrolle, quizás en los meses picos de la temporada, agosto y septiembre. Si esto ocurre tendríamos menos actividad porque cuando está presente disminuye la formación de huracanes en el Atlántico", dijo a Efe Gladys Rubio, meteoróloga del CNH.

Otro factor que incidiría en una menor actividad ciclónica son "los vientos fuertes del este presentes desde comienzos del año, que han mantenido la temperatura del mar más fría de lo normal a lo largo del Atlántico".

Las cálidas aguas son el combustible de los huracanes, si la temperatura de la superficie marina sube a 26,5 grados existe la probabilidad de una mayor formación de ciclones.

En la actualidad, está fría, con entre 23 y 24 grados centígrados, y en especial en la zona de Cabo Verde, una zona muy "ciclogenética", precisó la experta.

"Habrá que esperar a ver qué pasa en los próximos meses, porque hay unos factores que favorecen una temporada de huracanes activa, como la época de mayor actividad ciclónica que tenemos desde 1995 y se espera que persista", previno, no obstante, Rubio.

De cumplirse el pronóstico, sería un alivio para los habitantes de la cuenca atlántica que en el 2008 experimentaron una activa y letal temporada de huracanes con la formación de 16 tormentas, ocho huracanes y de estos cinco fueron de categoría mayor.

La furia de esos sistemas causó el año pasado al menos 845 muertos y daños por 10.500 millones de dólares, sobre todo en Cuba, Haití y Estados Unidos, según datos del meteorólogo William Gray de la Universidad de Colorado, conocido en EE.UU. como el "Gurú de los huracanes".

Los más feroces fueron la tormenta "Hanna", que dejó 536 muertos a su paso por el Caribe y de estos 529 se registraron en Haití, y el huracán "Ike", que causó 143 muertos, seguido por el ciclón "Gustav", con 138.

Rubio enfatizó que lo importante durante las temporadas de huracanes es que las personas estén preparadas para proteger sus vidas y propiedades, porque un solo sistema tropical, tormenta o ciclón es suficiente para devastar a una zona poblada.

Recordó lo sucedido con el mortal huracán "Andrew", que fue el primer sistema que se formó en agosto de 1992 en una temporada poco activa, barrió el sur del estado de Florida y dejó 23 muertos en EE.UU. y Bahamas, además de daños por 26.500 millones de dólares.

Gerry Bell, meteorólogo de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EE.UU. (NOAA, por su sigla en inglés), coincidió con Rubio al decir que el pronóstico no es sólo acerca del número de tormentas y huracanes que se formarían.

"Es también sobre tomar acción. Una temporada cerca o por debajo de lo normal puede producir huracanes que tocan tierra y uno solo que impacte convierte dicha temporada en una mala", advirtió Bell.

La lista de nombres para las tormentas de esta temporada son "Ana", "Bill", "Claudette", "Danny", "Erika", "Fred", "Grace", "Henri", "Ida", "Joaquín", "Kate", "Larry", "Mindy", "Nicholas", "Odette", "Peter", "Rose", "Sam", "Teresa", "Víctor" y "Wanda".

La Organización Meteorólogica Mundial (OMM), con sede en Ginebra, retiró de las seis listas de nombres, que se alternan anualmente, a "Hanna", "Gustav" y "Ike" por las muertes y daños que causaron.