La Policía informó de que las mujeres explotadas procedían principalmente de Paraguay y eran obligadas a prostituirse por un mínimo de tres meses, aunque hubieran pagado la deuda que habían contraído con la organización que facilitó su llegada a España.
La Policía informó de que ésta es la segunda operación policial contra la trata de blancas en menos de 48 horas.
Grandes ingresos
La investigación se inició en marzo en Zamora a raíz de las denuncias de dos mujeres. El grupo captaba a las mujeres principalmente en Paraguay y les ofrecían venir a España bajo la promesa de grandes ingresos de dinero que obtendrían al ejercer la prostitución.
Una vez convencidas, los captadores en origen les gestionaban la compra de billetes e incluso les facilitaban una bolsa de viaje y un "kit" de regalos promocionales.
Todo el traslado de las mujeres era organizado para aparentar un viaje turístico, con billetes de ida y vuelta, para un periodo que oscilaba entre 10 días y dos semanas.
Viaje interminable
La agencia contrataba vuelos con itinerarios como Asunción- Sao Paulo-Londres-República Checa, con desplazamientos en autobús hasta Viena, avión de nuevo con destino a Barcelona, autobús hasta Madrid y finalmente el trayecto a Burgos.
Itinerarios que en ocasiones eran modificados introduciendo otros destinos y rutas para no levantar sospechas.
Ya en el club, se imponía a las mujeres una serie de normas tales como el sometimiento al sistema de "tickets", que consistía en la obtención de un boleto cada vez que contactaban
con un cliente. Posteriormente, cada lunes, los canjeaban por el dinero pactado con los responsables del club.
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