La iniciativa puntualiza que dicho protocolo debe establecer la información que deben recibir las usuarias de la píldora del día después tanto si la adquieren en las farmacias, en centros de salud o en "cualesquiera otros servicios sanitarios".
También señala que debe ser elaborado con las sociedades científicas y las organizaciones profesionales de ámbito médico, farmacéutico y de la enfermería.
En su exposición de motivos, la proposición señala que para la adecuada administración de la píldora en las farmacias o en aquellos centros de salud que ya la dispensen de forma gratuita las usuarias "deben disponer de la suficiente y apropiada información objetiva respecto a este método anticonceptivo".
La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, anunció el pasado 11 de mayo que la píldora poscoital podría dispensarse en farmacias sin receta.
El Grupo Socialista recuerda en la exposición de motivos que la eficacia de este fármaco asciende al 95 por cien durante las primeras 24 horas posteriores a la relación sexual sin protección y asegura que "existe evidencia científica" de que "no es abortivo ni tiene efectos adversos reseñables para la mujer".