La Policía busca entre clientes del bufete a un único autor del triple crimen en Madrid

EUROPA PRESS 24/06/2016 15:02

Los hechos tuvieron lugar en el primer piso del número 401 de la calle Marcelo Usera. Dentro del despacho estaban las tres víctimas mortales, la abogada Elisa C.G., cubana de 26 años; la empleada Maritza O.R, cubana de 46 años; y el cliente Jhon Pepe C.V. de 43 años y origen ecuatoriano. Hace 15 años que la capital no sufría un triple crimen.

Según las primeras pesquisas, el asesino llegó al lugar y amenazó a los presentes. De hecho, la secretaria logró avisar al jefe del despacho, Victor Joel S.C., de lo que estaba pasando, algo que pudo salvarle la vida, ya que no llegó a entrar en el bufete.

En circunstancias que ahora está intentado aclarar la Policía Científica, la misma persona --y la única que subió según vecinos de la zona-- mató a golpes con una palaqueta afilada al cliente y a la secretaria y apuñaló con la misma arma a la abogada. Para borrar huellas generó dos pequeños fuegos en las papeleras de ambos extremos del local, algo que no consiguió gracias a la rapidez de los bomberos.

LA INVESTIGACIÓN

Ahora, los agentes, dirigidos por el Grupo V de Homicidios de la Jefatura Superior de Madrid, está estudiando la lista de clientes del responsable del bufete y supuestamente el objetivo final del asesino, Víctor J.S, que salvó su vida al ser avisada por su secretaria, una de las víctimas.

De este modo, la Policía ha descartado que el presunto autor del triple crimen sea un sicario por la "nula profesionalidad" de sus actuaciones. Y es que lo logró atentar contra su supuesto objetivo, el arma --una palanqueta de hierro y no un hacha como se pensaba en un principio-- la cogió en la escena del crimen y el incendio fue "improvisado y mal ejecutado". De hecho, estudian si se equivocara de víctima y matara a Jhon Pepe.

Los agentes no descartan ningún móvil del homicidio múltiple porque el abogado en cuestión "se había granjeado muchos enemigos" debido a las casos que había tratado tanto en España como en su país de origen, Perú, donde fue secretario judicial.

Un conflicto entre el cliente y el letrado en alguna de estas causas de alguno de los dos países, algunas relacionadas con embargos y narcotráfico, podría haber motivado este desenlace. "Tenía deudas, múltiples frentes abiertos e historias muy turbias", han indicado las mismas fuentes. Tras lo ocurrido le han puesto protección policial.