No tienen ningún problema de salud pero el matrimonio formado por los estadounidenses John y Judy West creen que es una cuestión de responsabilidad con sus hijos proporcionarles su mapa genético, según ha publicado el diario "The Times". Los cuatro mapas, el del matrimonio y sus dos hijos, de 17 y 14 años, les han costado 200.000 dólares, unos 150.000 euros.
Algunos expertos creen que no es ético que los menores conozcan su predeterminación genética porque pueden encontrarse con información poco digerible, especialmente cuando no eres adulto, como que están destinados a padecer Alzheimer o descubrir que el que creías tu padre no lo es. "Sería muy cauto sobre la necesidad de someterse a exámenes de este tipo -explicaba en el "Times" un genetista- porque una vez que está hecho el mapa genético no puedes meter la información en una caja y dejarla ahí".
Pero el matrimonio californiano ve la cosa de muy distinta forma: "Dentro de unos años estoy seguro de que lo que será incorrecto es no sacar el mapa genético de tus hijos". Para ellos lo responsable es facilitarles la información fundamental sobre su salud: "Menos mal que mis hijos han sido inteligentes y han acogida la idea con mucho entusiasmo", decía el padre que lo ve como una forma de conocer mejor tu cuerpo para tratar de prevenir enfermedades o para acertar con los tratamientos médicos. LA