La Base de datos Española de Composición de Alimentos (BEDCA), que se puede consultar ya, intenta promocionar hábitos de vida saludable y prevenir enfermedades, según ha explicado la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez.
La base de datos está dirigida no solo a los ciudadanos, sino también a la industria alimentaria, a los profesionales sanitarios y a todas las administraciones públicas. La ministra ha destacado el esfuerzo del Ministerio en promocionar hábitos de vida saludable entre los niños y jóvenes como una forma de prevenir enfermedades de adultos.
La base de datos recoge de forma unificada y de acuerdo a criterios internacionales las tablas de composición de alimentos, que son una herramienta de gran utilidad para realizar la evaluación del estado nutricional de una población a lo largo de la vida, tanto en situaciones de salud como de enfermedad.
La base otorga a cada alimento un código que lo identifica de forma inequívoca, con lo que se evita, como ocurría antes, que se produzcan confusiones entre varios productos.
Arma contra la obesidad infantil
Jiménez ha puesto de relieve que puede ser también una herramienta útil para luchar contra la obesidad infantil. Los padres, los profesionales sanitarios y las administraciones públicas pueden obtener información sobre el tipo de alimentación más aconsejable para niños y jóvenes.
La titular de Sanidad ha señalado que los ciudadanos cada día están más preocupados por conocer las características de los alimentos que consumen, como su contenido en grasas, azúcares o calorías. Así, una persona que padezca anemia puede consultar el contenido en hierro de los alimentos o un diabético el contenido en azúcares.
A la guía proporciona hasta 39 datos por alimento y ofrece la posibilidad de consultar cualquier producto de forma individual en una lista por orden alfabético, o bien un grupo de alimentos (lácteos, cárnicos, legumbres, grasas y aceites..etc) o un componente determinado.
La base de datos tiene como objetivo llegar hasta el millar de alimentos durante el próximo año, así como que la información pueda ser accesible a través de los teléfonos móviles, lo que podría ser una realidad en el plazo de un año.
La información que se ofrece se basa en los estándares europeos desarrollados por la Red de Excelencia Europea EuroFIR y se incorporará a otras bases de datos europeas.
Gracias a esta herramienta, los ciudadanos podrán identificar fuentes de nutrientes específicos, analizar dietas individuales, diseñar dietas especiales para pacientes, realizar análisis de datos de encuestas dietéticas, dar información a pacientes y analizar recetas y menús por su composición, entre otras utilidades.