Seis meses después de que la Asamblea neoyorquina diera el visto bueno a la iniciativa que presentó Paterson mediante un proyecto de ley, la cámara alta del estado es incapaz aún de llegar a un acuerdo para debatir la legalización de las bodas homosexuales.
Los senadores tomaron la iniciativa de posponer el debate tras reconocer que la medida no contaría con los suficientes votos a favor para avanzar en la cámara, donde, aunque los demócratas ostentan una débil mayoría frente a los republicanos (32-30), no todos los demócratas se han mostrado a favor de ella.
Los senadores iniciaron la sesión especial de hoy con el objetivo principal, sin embargo, de debatir y votar los polémicos presupuestos estatales que ha preparado Paterson, por lo que la votación sobre el matrimonio homosexual quedó en un aparente segundo plano.
Ahora se desconoce cuándo podría tener lugar la votación, ya que este miércoles es festivo en Estados Unidos, al celebrarse el Día de los Veteranos, pero todo apunta a que, si finalmente llega a debatirse, tendría que ser antes de acabar noviembre, ya que después se ralentiza el proceso legislativo de cara a finales de año.
"Parece que hoy no va a ser el día. Hay muchos de nosotros que queremos ver cómo se aprueba la medida lo antes posible", dijo hoy al New York Times el senador demócrata por Manhattan Eric Schneiderman.
Tradicionalmente, si una iniciativa legislativa no tiene garantizada su aprobación, ni siquiera se somete a la votación de los senadores, aunque en esta ocasión Paterson ha manifestado su voluntad de que la propuesta sea debatida en la cámara neoyorquina, con independencia del resultado previsto.
Después de que la semana pasada Maine revocara por referéndum la aprobación previa de las bodas gais por parte del parlamento estatal, su aprobación en un estado de la importancia de Nueva York supondría un gran impulso para los partidarios de igualar los derechos de las parejas homosexuales y heterosexuales en lo que al matrimonio se refiere.
Los defensores de la iniciativa confían en que la reciente elección de políticos abiertamente homosexuales, así como los pasos dados en diferentes estados para equiparar algunos derechos de las parejas del mismo sexo a los de las heterosexuales, hayan creado un ambiente propicio para la aprobación de la iniciativa en Nueva York.
Además, sus defensores consideran que es mejor que el Senado vote ahora esta propuesta, antes de que termine el año, ya que en 2010 los miembros del parlamento estatal se han de enfrentar a su reelección, lo que podría influir negativamente en su voto.
De aprobarse finalmente esa iniciativa, Nueva York podría convertirse en el sexto estado, antes lo hicieron Massachusetts, Connecticut, Vermont, Iowa y Nuevo Hampshire, en reconocer este tipo de enlaces, después de que California y Maine revocaran sus aprobaciones previas.