"Sólo el alcalde socialista Granados se enfrentó a Ginés"

ÁLVARO GONZÁLEZ 14/05/2008 00:56

Antonio Plana recibió una llamada del subdirector general de la Guardia Civil. Se le informó, textualmente, de que "el Partido Socialista tenía un problema en Coslada". Una vez enviado allí, el alcalde, Antonio Granados, le puso al tanto de la situación: se habían recibido muchas quejas de los vecinos por abusos de poder de la Policía Local. El regidor, según cuenta Plana, quería "poner freno, coto, acabar con esa situación".

Durante el tiempo que este capitán de la Guardia Civil jubilado estuvo tratando de poner orden no cesó de ser hostigado por Ginés Jiménez. Desde un primer momento le dijo que no aceptaba su supervisión. Y eso que Plana señala que intentó que llevarse bien con él e instarle a ejecutar las órdenes del alcalde hasta el final de la legislatura sin más. El objetivo era ganar la confianza de la plantilla de la policía y animar al pueblo a denunciar.

Una de cal y otra de arena

Plana no considera que su actividad fuese infructuosa. Unas denuncias llegaron a buen puerto y otras no. Lograron, de hecho, una suspensión de 18 meses sin empleo y sueldo. Aunque muchas causas fueron sobreseídas. En todo caso, se ha quejado de que el delegado del Gobierno en Madrid, Andrés Ansuátegui, ignoraba todas las denuncias hasta el punto de dar la orden de no investigar.

Múltiples delitos

Sin poder acusar concretamente a Ginés de los delitos, lo que sí está claro, a juicio de Plana, es que la situación era intolerable: "Se quemaban vehículos, había llamadas amenazantes de madrugada...". Intentó "reconducirlo" por las buenas. Incluso considera y subraya que "en el fondo es una buena persona". Pero no pudo. No se dejó porque "se creía Dios".

La solución

En vista de la situación, el alcalde convino que lo más factible era que el cuerpo de policía estuviera dirigido por un subinspector. El Ayuntamiento puso las bases. Hasta se publicó en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, pero cuando cambió el equipo de gobierno "todo se vino abajo".

Depurar responsabilidades políticas

Al final, Antonio Plana abandonó el puesto y las faltas e irregularidades se convirtieron entonces en la trama de corrupción que se está investigando ahora. Este agente confirma que un problema así "se veía venir". Y exige que "los políticos den la cara". Sólo reconoce la labor de Granados, en sus palabras, "el único que tuvo lo que hay que enfrentarse al problema".