El primer ministro, Stephenson King, declaró la emergencia por los cuantiosos daños que causó "Tomas" cuando golpeó al país como un huracán categoría 1, la mínima en la escala de intensidad Saffir-Simpson de un máximo de cinco.
"Tomas", que actualmente es tormenta tropical, arrojó torrenciales lluvias en Santa Lucía que causaron inundaciones y deslizamientos de tierra.
Los daños superan los 100 millones de dólares, según evaluaciones preliminares.
La comunidad de Soufriere, en la costa sureste, fue la zona más golpeada y está aislada del resto del país. El ministro de Turismo, Allen Chastenet, dijo que "parece como una zona de guerra".
El ministerio de Obras y Comunicaciones comenzó a despejar algunas de las carreteras de esa población para que el personal de emergencias tengan acceso al lugar.
Ese organismo informó que trabajará lo más rápido posible para que Soufriere no esté tanto tiempo aislada.
A nivel nacional se ha lanzado un operativo de remoción de escombros y limpieza de las calles
Por su parte, la aerolínea regional LIAT está suministrando un puente aéreo entre los dos principales aeropuertos del país.
Brian Challenger, jefe ejecutivo de LIAT, dijo que respondió a la solicitud de Santa Lucía para proveer el puente y ayudar a los turistas británicos a hacer sus conexiones internacionales.
Challenger también agradeció la decisión del Sindicato de Pilotos de la LIAT (LIALPA, por su sigla en inglés) de permitir a sus miembros operar en sus días libres en vuelos extras requeridos por la emergencia.
El primer ministro ha contactado al Gobierno de Estados Unidos y al Banco Mundial para que gestionen el envío de un fondo económico de ayuda para atender los cuantiosos daños.
Otro sector muy perjudicado por el paso de "Tomas" fue el de la banana, una industria muy importante en el país, lo que podría tener una incidencia muy negativa en la marcha de la economía de Santa Lucía.
En San Vicente y las Granadinas, el daño causado por "Tomas" es el "peor del que se guarda memoria", pero no se han registrado pérdidas de vidas humanas, según el primer ministro de esta nación caribeña, Ralph Gonsalves.