Los ministros del Interior de la UE, quisieron hacer una distinción hoy entre los libios con derecho al asilo llegados a Malta, y los tunecinos en busca de empleo o mejores condiciones de vida, que han desembarcado en el sur de Italia en las últimas semanas.
Mientras la mayor parte de los países de la UE están dispuestos a ayudar y acoger a los 900 libios y subsaharianos que se encuentran en Malta (España dará asilo a alrededor de un centenar), los Veintisiete no harán lo propio con los tunecinos de Italia, como había propuesto el titular de Interior italiano, Roberto Maroni.
La reunión no ha estado exenta de tensiones por los intereses contrapuestos de Francia e Italia, pues Roma ha otorgado permisos de residencia temporales que permiten a los tunecinos, en virtud del acuerdo Schengen pasar a Francia y otros países europeos.
El ministro del Interior francés, Claude Guéant, ha asegurado hoy que las fuerzas de seguridad de su país han detectado ya 2.800 inmigrantes tunecinos llegados a través de Italia, y ha añadido que su Gobierno va a devolver a Italia a todos aquellos que no cumplan los requisitos de permanencia.
El ministro ha declarado que de estas 2.800 personas detenidas por la policía francesa, 1.700 ya han sido devueltos a Italia y 200 han sido reenviadas a Túnez.
El Gobierno italiano ha dado permisos temporales de residencia a unos 22.000 tunecinos arribados a costas de su país antes del 4 de abril, decisión que no ha agradado ni a París ni a Berlín.
El responsable de la política migratoria del gobierno galo ha reconocido que la normativa comunitaria y el tratado de Schengen permiten a Italia otorgar estos permisos temporales a quienes cumplan los requisitos legales.
Por su parte, el ministro italiano del Interior, Roberto Maroni, aseguró hoy que la Unión Europea ha abandonado a su país, al no aceptar su propuesta para repartir a los inmigrantes irregulares tunecinos llegados a Italia, y se preguntó si vale la pena formar parte de la UE.
"Italia ha sido abandonada. Me pregunto si de verdad tiene sentido continuar formando parte de la Unión Europea", declaró al terminar el consejo de ministros de Interior de la UE en Luxemburgo.
El Gobierno de Roma ha pedido a sus socios comunitarios que acojan a algunos de estos inmigrantes tunecinos, que llegaron a Italia sin la documentación necesaria y han recibido un permiso temporal para permanecer en territorio italiano hasta que se resuelva su situación, una medida que ha causado descontento entre el resto de Estados de la UE, en especial Francia y Alemania.
Maroni dijo que el encuentro con sus homólogos europeos "ha sido una desilusión para Italia" y agregó que "mejor solos que mal acompañados", al considerar desatendidas las peticiones de su país.
El vicepresidente primero y ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se mostró desde un primer momento en contra de que se activase la directiva de 2001 de acogimiento temporal que permitiría a los inmigrantes que han llegado a Italia en las últimas semanas permanecer durante un año en la UE.
De esa misma opinión se mostró la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrom, que dijo que "no se cumple el presupuesto para el que nació la normativa tras la guerra de Kosovo de que existe un flujo masivo de personas que corren peligro si vuelven a su país".
Diplomáticos franceses y alemanes estarían valorando la posibilidad de suspender temporalmente el acuerdo Schengen en rechazo a la gestión migratoria de Italia, informaron fuentes europeas.