Según han informado fuentes policiales, la mañana del miércoles la policía recibió el aviso de este coche, estacionado en la calle Artillers, donde se dirigió una patrulla.
En el turismo había dos jaulas con sendos cachorros en cada una y otro de raza Chihuahua fuera, y los agentes constataron que los animales no dejaban de ladran y gimotear.
Ante el mal estado que presentaban los animales, junto a que el vehículo estaba cerrado y solo había una pequeña obertura en las ventanas traseras, la policía lo trasladó al depósito municipal, donde se liberaron a los cachorros.
Tras liberar a los primeros cachorros, los policías observaron que había más jaulas escondidas en diferentes partes del coche, para un total de 27 animales.
En el vehículo había siete cachorros de Pit Bull, uno de Bull Terrier, diez de Pomerania, dos de Yorkshire, dos de caniche, cuatro de Rottweiler y uno de chihuahua.
La Policía Local localizó esa misma tarde al propietario del turismo y le imputó un delito de maltrato y abandono de animal doméstico, a la espera de poder determinar si el sospechoso, con antecedentes por venta fraudulenta de animales, podría estar relacionado con un nuevo caso de venta fraudulenta.