Bajar de peso de forma saludable es posible; bajar de forma rápida y sin control puede tener consecuencias negativas para tu organismo. Aquí te explicamos cinco de ellas, según Noticias24.com:
1. Estreñimiento, diarrea, náuseas o dolor abdominal: el intestino está acostumbrado a diferentes tipos y cantidades de alimentos, por lo que hay un período de ajuste inicial. Si hay menos comida para pasar o menos grasas y aceites para lubricar el conducto, se disminuye la cantidad de salivación que ayudaría a estimular el intestino para una digestión suave.
2. Dolores de cabeza y cambios de humor: se producen por un déficit calórico prolongado, ya que cambia el metabolismo. Tu cuerpo comienza a oxidar las grasas e incluso a descomponer los músculos para convertir estas fuentes de energía en una forma de energía utilizable. Durante el período en que tu cuerpo está pasando de usar cuerpos de glucosa a cetonas, utiliza temporalmente otra forma de energía almacenada llamada glucógeno que es bueno para cumplir con los requisitos de energía a corto plazo. Por eso, las dietas cetogénicas son tan duras para el cuerpo.
3. Fatiga crónica: sentir cansancio extremo es signo de que estamos restringiendo los nutrientes de forma anormal, lo que afecta al sistema nervioso. El cuerpo se vuelve ahorrador de energía por lo que te hace sentir cansado para lograr ese ahorro, ya que se activa el sistema nervioso parasimpático por las grandes pérdidas de peso.
4. Aparición de lesiones: estas se producen por el exceso de ejercicio que suele acompañar a las dietas. Si es excesivo, el ejercicio puede provocar una pérdida de músculo que protege los huesos y articulaciones. Los huesos también pueden volverse más débiles debido a la falta de nutrientes, lo que aumentará la posibilidad de sufrir una fractura al practicar algún deporte.
5. Pérdida de músculo: al perder peso, no solo se pierde grasa, también se pierde músculo. La pérdida de músculo puede afectar negativamente a la salud.