Adif inicia el operativo para la retirada de los vagones descarrilados que tiraron al río Sil

  • Adif mantiene abierta una investigación sobre las maniobras de retirada

  • Los técnicos están en contacto con organismos ambientales

  • La duración estimada de los trabajos será de una semana

Adif ha iniciado hoy el operativo para la retirada de los vagones de mercancías que permanecen en el punto del descarrilamiento ocurrido el pasado 28 de julio en la línea León-A Coruña, a su paso por Sobradelo (Ourense). Como consecuencia de estas operaciones, la circulación en la línea se verá interrumpida, estableciéndose un plan alternativo de transportes por parte de Renfe.

Esta reacción se produce tras la polémica que provocó la compañía al tirar este lunes al río Sil dos de los vagones descarriladosal río Sil dos de los vagones descarrilados. Además, después de que las imágenes se hicieran públicas, Adif se enfrenta a una multa millonaria por daños al medio ambiente.

El objetivo de las tareas es la retirada de los cuatro vagones pendientes: dos de ellos junto a la vía, en el lado del talud; un tercero en el lado del terraplén, y el último en la orilla del río Sil. La solución, consensuada y ejecutada por los técnicos de Adif y de Renfe, consiste en el desmontaje in situ de los vagones, para facilitar el traslado de los mismos fuera de una zona de difícil acceso.

Los técnicos de Adif, según el comunicado, están en contacto permanente con organismos ambientales y aseguran que el operativo está diseñado para garantizar las máximas condiciones de seguridad para los trabajadores y medios auxiliares implicados, así como para preservar las condiciones del entorno natural.

La duración estimada de los trabajos será de aproximadamente una semana, una previsión supeditada a la obtención de los permisos necesarios, el aseguramiento de la integridad de los trabajadores del operativo y del entorno, y a la propia evolución de las tareas en unas condiciones de notable complejidad.

Adif analizará y promoverá, con la supervisión y aprobación de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, las medidas de restauración del entorno para su completa recuperación al estado previo al descarrilamiento.

Paralelamente, Adif mantiene abierta una investigación para conocer todos los detalles de lo sucedido en las maniobras de encarrilamiento. Están analizando a fondo todas las acciones efectuadas durante las actividades de retirada del material descarrilado, en las que también participó Renfe como titular del tren. Aseguran que, una vez se disponga de todos los datos, se depurarán, en su caso, las responsabilidades pertinentes.