Las madres adolescentes no se ven excluidas por el hecho de serlo y valoran sus responsabilidades, según un estudio

EUROPA PRESS 30/11/2017 13:28

La investigación se ha dado a conocer en el marco de la Jornada 'Experiencias y realidades familiares de las madres adolescentes en la España actual', celebrada este jueves 30 de noviembre en la capital aragonesa. El estudio está basado en entrevistas a 32 jóvenes madres (entre 18 y 29 años) residentes en Zaragoza y en Madrid, y ha sido presentado por los autores del mismo, el sociólogo Alessandro Gentile y la antropóloga Ana Lucía Hernández.

Los autores indican que en España, la maternidad adolescente es un fenómeno poco visible que afecta a casi ocho de cada mil mujeres de entre 15 y 19 años. Esta cifra se enmarca en un contexto en el que, en estas edades, el 65,7% de las chicas se encuentran sexualmente activas frente al 67,1% de los chicos, y en el que la tasa de interrupciones voluntarias del embarazo en mujeres menores de 19 años se sitúa en 9,8 mujeres de cada 1.000.

La evolución de este fenómeno ha sido variable pues entre 1996 y 2008 se duplicó la tasa de fecundidad adolescente (pasando de 7,37 nacimientos por 1.000 mujeres entre 15 y 19 años a 13,3). Entre 2008 y 2015 la tasa ha vuelto a bajar (7,74) pero no deja de ser significativo que se sitúe en los mismos niveles de hace dos décadas, según señala el informe.

Por estos motivos, los autores inciden en que la maternidad adolescente sigue siendo un fenómeno de trascendencia social a tener en cuenta en el establecimiento de políticas públicas referentes a salud sexual y reproductiva, relaciones de género y de pareja y los modelos de planificación familiar y transición a la vida adulta de las nuevas generaciones.

Una de las principales conclusiones es la valoración positiva que las mujeres que fueron madres adolescentes otorgan a su embarazo, cuidado y crianza infantil, haciendo hincapié en el desarrollo de un amor incondicional hacia sus hijos, con la asunción de responsabilidades como forma de madurez y con el refuerzo de su identidad, lo cual viene a contradecir "en cierta forma la visión tradicional del fenómeno como indicador de riesgo de exclusión social para ellas".

Una vez asumida la situación, un trance que reconocen no está exento de episodios incluso dramáticos, según indica el estudio, en general la maternidad es percibida como una forma de identificación con sus propias madres y una confirmación de su feminidad,además de una oportunidad para ser felices por criar a su hijo.

En cualquier caso, el documento destaca también el hecho de que de forma mayoritaria las encuestadas señalan sentirse (o haberse sentido) continuamente sometidas a juicios de valor por parte de quienes les rodean, tanto adultos como coetáneos, lo cual mina su tranquilidad y su motivación a la hora de asumir el rol materno.

Ante esta hostilidad percibida del entorno, en la mayoría de los casos se produce un mecanismo de defensa que consiste en "sublimar" su relación de pareja, a quién consideran un "refugio" para esconderse de un mundo que ellas perciben como hostil y ajeno, porque no las entiende, no las acepta o porque no secunda los cambios psico-físicos que ellas están viviendo en su fase post-infantil y pre-adulta, relaciones que las hacen dependientes.

Para algunas entrevistadas, asumir y cumplir sus responsabilidades de madres de forma modélica es también una forma de reaccionar a esa incomprensión percibida. Afirman que lo único que pueden hacer es demostrar siempre su dedicación y su disponibilidad con el hijo, incluso cuando esto implica admitir los propios errores y las propias frustraciones o desatender otros compromisos, como los estudios.

Una vez nacido el hijo, su posibilidad de conciliar las tareas derivadas de su maternidad con lo normal a su edad (como seguir estudiando, salir con amistades) depende en gran medida de los apoyos (formales e informales) que ellas consigan activar, añade el documento. En todos los casos, los relatos insisten en lo que son (adolescentes), lo que quieren ser (madres felices) y lo que hubieran podido ser (sin el hijo), lo cual refleja una cierta ambivalencia con esa valoración positiva de la experiencia en general, pero con realidades también dramáticas de lo que están viviendo.

No obstante, el estudio confirma que en las representaciones de la experiencia materna de mujeres jóvenes españolas que parieron su primer hijo cuando tenían una edad comprendida entre 14 y 19 años, algunas de forma intencional y otras no, se encuentran discursos ricos en matices que merecen replantear la forma en que se valoran sus experiencias adoptando una mirada más amplia.

EDUCACIÓN AFECTIVO-SEXUAL Y EN IGUALDAD

Otra de las conclusiones que aportan los expertos al estudio señala que al contemplar la adolescencia y la juventud como una etapa de la vida fundamental en la definición de la identidad es imprescindible que en la educación se incluya la dimensión afectivo-sexual y la perspectiva de igualdad entre hombres y mujeres para evitar problemáticas relacionadas con la maternidad adolescente.

Se trata de líneas de prevención que pueden orientar políticas públicas que entienden que la maternidad temprana no debe ser la única oportunidad posible para las adolescentes y que en el caso de producirse un embarazo precoz y decidir llegar a término no tiene por qué ser una condena.

Por ello, indican que conocerse mejor y ser más cuidadosos con las conductas afectivo-sexuales evita correr riesgos (como un embarazo no deseado) e integrar la sexualidad como fuente de desarrollo personal para chicos y chicas. Educar en igualdad significa que en el caso de asumir los riesgos, la responsabilidad que conlleva se reparta entre las dos partes, además de evitar la utilización del sexo como forma de dominio del hombre sobre la mujer.

El objetivo de este estudio es facilitar la comprensión y visibilización de la problemática de quienes deciden seguir adelante con la gestación en estas edades así como analizar la maternidad adolescente desde la propia experiencia de las jóvenes madres para conocer sus necesidades y demandas que ayuden a plantear medidas que faciliten su inserción social integral.