Ainia coordina un proyecto para fabricar envases biodegradables elaborados con azúcares de aguas residuales

EUROPA PRESS 05/06/2012 17:37

El proyecto PHbottle, financiado por el 7º Programa Marco, es una apuesta clara por aportar soluciones sostenibles a las problemáticas medioambientales de las industrias de zumos, partiendo del principio de encontrarle valor a los desechos, transformándolos en nuevos materiales de uso, con nuevas funcionalidades, según ha informado el centro tecnológico en un comunicado.

Supone la aplicación de los últimos avances en microencapsulación, biotecnología y tecnologías del envase. En su desarrollo está trabajando, coordinado por Ainia, un consorcio internacional formado por ocho empresas y cuatro organismos de investigación.

En España trabajan Ainia, Aimplas y Cítricos y Refrescantes, S.A.; en Bélgica, la Asociación Europea de Zumos de Frutas (AIJN) y Omniform, S.A.; en Holanda, el centro tecnológico TNO; en Bulgaria, Silvel Limited; en Portugal, LOgoplaste Innovation Lab LDA; en Argentina, Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); en México, Mega Empack S.A.; en Brasil, Logoplaste do Brasil LTDA; y en Honduras, Vanguardia SD de RL.

AGUAS RESIDUALES, RECURSO VALIOSO

El proyecto parte de la premisa de que las industrias de zumos consumen una gran cantidad de agua, tanto en la limpieza de sus equipos e instalaciones, como en el lavado de frutas, etc. Unas aguas que tienen que gestionar y que contienen grandes cantidades de residuos orgánicos, en forma de azúcares, que a su vez son una materia prima numerosa y de gran valor para la producción de bioplásticos.

Las industrias de zumo de frutas en Europa juegan un papel importante en la gestión de aguas residuales, debido a que este tipo de industria llega a generar hasta 129.275 millones de litros de agua residual al año.

PHbottle, que se encuentra en su fase inicial, está identificando microorganismos capaces de transformar los restos orgánicos de las aguas residuales en un material polimérico (plástico) biodegradable, el PHB (polihidroxibutirato).

Una vez obtenido este material, las propiedades del mismo serán mejoradas, en una segunda fase del proyecto, con la incorporación de fibras de celulosa e ingredientes encapsulados con propiedades antioxidantes, de manera que este material, cuando contenga un alimento, sea capaz de alargar la vida útil del mismo y por lo tanto sus días de comercialización y consumo.

En una tercera fase, este material reforzado y mejorado en sus propiedades, se moldeará y será utilizado para fabricar botellas de zumo. Finalmente, estas botellas serán validadas y testadas, envasándose en ellas el zumo de frutas de la misma industria generadora de las aguas residuales. Así se cierra el ciclo: el generador del residuo se convierte en el beneficiario del nuevo envase, adaptado a la necesidad de su producto.

Otro de los objetivos medioambientales del proyecto se basa en un análisis en todas las fases del proyecto del Ciclo de Vida (ACV) del nuevo envase. Supone determinar el impacto en el medio ambiente del material generado durante toda la vida del mismo, desde las materias primas con las que se produce, hasta el momento en el que el envase final se desecha, de cara a conseguir un envase 100% biodegradable, con el mínimo impacto ambiental.

RESPUESTA GLOBAL A UNA DEMANDA SOCIAL

Según Ecoembes, los españoles reciclaron 7 de cada 10 envases domésticos en 2011. La tasa mínima de reciclaje establecida por la Comisión Europea se sitúa en 55%, España ha superado la media alcanzando los 68,3%.