La pasada noche del 24 de diciembre de 2017 un insólito e inusual hecho sucedió en Cheremshán, un pequeño pueblo que pertenece a la República de Tartaristán en Rusia. Según ha informado en un comunicado oficial en su página web el Ministerio de Defensa Civil y Emergencia de Tatarstána, el día de Nochebuena la policía del municipio recibió una denuncia en la que se informaba de la desaparición de un niño pequeño de tan solo 10 años.
Justo en ese momento, el jefe del servicio de bomberos de Cheremshán puso en marcha un dispositivo formado por varias de sus trabajadores y voluntarios que salieron en búsqueda del desaparecido. La brigada de búsqueda se dividió en varios grupos que peinaron la zona pero no lograron encontrar al niño. Lo que nadie se esperaba era dónde se encontraba el pequeño.
La persona que encontró al chaval de 10 años fue una mujer de 31 años que cayó en una alcantarilla de más de 3 metros de profundidad. El desagüe se encontraba abierto en una zona de la localidad que estaba completamente deshabilitada. Cuando la joven tropezó y se hundió en la cloaca descubrió que en ese mismo pozo se encontraba el pequeño desaparecido. El niño que había caído horas antes intentó gritar y pedir auxilio pero nadie lo encontró. Cuando la mujer se desmoronó en la alcantarilla, el desaparecido se había quedado dormido del agotamiento.
Afortunadamente, los dos pudieron pedir ayuda a través del teléfono móvil y fueron rápidamente rescatados. Una vez que llegó el personal sanitario a la zona, los dos protagonistas de la noticia fueron trasladados al hospital más cercano donde fueron ingresados. Ella por lesiones en su columna vertebral y él por síntomas de hipotermia. La noticia ha dado la vuelta al mundo y varios portales de noticia como RT han sido los primeros en publicarla.