Sobre las once la noche del domingo, la alcaldesa madrileña entró en urgencias. Acudía a visitar a un amigo que había sufrido un percance no muy grave. Los trabajadores que llevan más de una semana de protestas y encierro para evitar que el hospital pase a ser un centro geriátrico.
Por el hospital hay cientos de hojas para recoger firmas. Así, nada más ver a Botella en los pasillos de urgencias los trabajadores la abordaron y lograron que firmara contra la decisión del presidente de la Comunidad, el también popular, Ignacio González.
Justo antes había firmado su yerno, Alejandro Agag. Ambas rúbricas pueden leerse con facilidad en el listado de firmas.
Los trabajadores de La Princesa no son los únicos que se han revelado contra las intenciones de la Consejería de Sanidad. Hay protestas en otros seis centros sanitarios porque el Gobierno regional pretende privatizarlos.