Tras los incidentes vividos durante las protestas estudiantiles contra el Plan Bolonia en Barcelona, unos 200 universitarios procedentes de la mayoría de las universidades públicas españolas se han juntado en Burgos en el III Encuentro de Asambleas Contra Bolonia.
Encerrados en las aulas, impidiendo además el acceso a los medios de comunicación, discuten acciones comunes y un calendario de movilizaciones contra un plan que califican de mercantilista.
Y es que está en juego la puesta en marcha de la mayor reforma universitaria de la historia de la Unión Europea. Al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya se lo advirtieron en la cumbre europea: España debe reformar su sistema educativo.
En esto no hay discrepancias. Unos y otros creen en la necesidad de un cambio en la Universidad. Ha faltado, dicen los críticos con Bolonia, el debate.
No quieren que desaparezcan ninguna diplomaturas, licenciaturas o doctorados. Pero coinciden en que hay que revisar la idea del profesor y su lección magistral. Por eso, piden una coordinación entre administraciones y universidades para llevar a la práctica un plan, en origen, bueno.
MV