Corría el año 1954 cuando Juliet Hulme, ahora Anne Perry, acompañó a su amiga Pauline Parker en una aventura de lo más desgarradora: el asesinato de la madre de la segunda. Era algo que estaba meticulosamente calculado, ambas habían planeado introducir un ladrillo en una media para propinar hasta 45 golpes a la señora Parker. Y así fue cómo la mataron, según Vanity Fair.
¿Qué motivo llevaría a dos chicas de 15 años aparentemente normales a cometer esa atrocidad? La pareja de amigas compartía una relación muy estrecha que preocupaba a sus progenitores, los que acordaron separarlas. Pauline decidió a su vez poner fin a la única persona que iba a poner tierra entre su amiga Juliet y ella: su propia madre.
La policía no tardó en descubrir a las asesinas, puesto que Pauline había dejado todo por escrito en su diario y, las jóvenes, fueron enviadas cada una a prisiones diferentes. Para evitar los flashes de las cámaras, ambas cambiaron sus nombres una vez libres, y así Juliet pasó a ser Anne Perry, la exitosa escritora de novela negra capaz de cometer un crimen.
Esta historia fue llevada al cine de la mano de Peter Jackson bajo el título de Criaturas Celestiales.