Ataque al estilo Ku Klux Klan en Jaén contra los temporeros inmigrantes

Informativos Telecinco/Europa Press 13/11/2018 12:08

La Policía Nacional ha detenido en la ciudad de Jaén a cuatro personas por diferentes delitos. Una de ellas, como presunta autora de un robo con violencia a un anciano y las otras tres como presuntos responsables de una brutal paliza a tres jóvenes de origen magrebí sin relación alguna con los citados hechos.

El desencadenante de estas detenciones fue la denuncia en comisaría de un hombre de avanzada edad que decía haber sido víctima de un robo con violencia por parte de un joven magrebí.

Según relató la víctima, se encontraba caminando por la noche por una guardería en construcción, cuando el supuesto agresor se acercó a pedirle un cigarrillo y, tras la negativa del hombre, lo empujó con fuerza, le arrebató el bastón que portaba y comenzó a golpearlo con él. También se llevó una cadena de oro que llevaba.

Como consecuencia de este suceso, y en un intento de "vengar" al anciano, un grupo de vecinos de la zona quiso tomarse la justicia por su mano y agredió a un grupo de jóvenes magrebíes "sin techo" que solían frecuentar por la zona de la guardería en obras. A pesar de que el presunto autor del robo ya había sido detenido por las autoridades.

Tal y como informa el medio local 'Diario Jaén', dichos vecinos se presentaron ante el lugar que habían acordado para citarse "enmascarados y armados con palos y armas blancas" y supuestamente propinaron una brutal paliza a uno de los jóvenes que solía pernoctar en esa guardería en construcción y que nada tenía que ver con el delito de robo con violencia.

Tras esto, la Policía logró identificar a tres de estos agresores, entre ellos el cabecilla y procedieron a su detención.

Agresión al grito de "Fuera moros"

La investigación comenzó, de nuevo, en una comisaría. Los agentes localizaron a las víctimas de la agresión en la zona de la guardería, que al principio se mostraron reticentes a revelar a los agentes todo lo ocurrido durante la agresión porque fueron "presas de un gran miedo y desconfianza al tratarse de unos extranjeros".

Finalmente, pudieron narrar los hechos y así descubrieron que el grupo de jóvenes había sido atacado por 15 personas "vestidas de negro, ocultando su rostro con máscaras y pasamontañas, con el fin de dificultar su posterior identificación". Según estas declaraciones, se ensañaron especialmente con uno de los jóvenes, a quien agredieron al grito de 'fuera moros'.

Gracias a las investigaciones policiales, averiguaron que el colectivo de presuntos agresores fueron citados por un cabecilla a través de un grupo de WhatsApp, donde aparecían claras instrucciones sobre dónde quedar, a qué hora y lugar, así como la manera en la que debían ir vestidos: "ropa oscura, rostro tapado y armados con palos y armas blancas para dar un escarmiento a los supuestos ladrones que, días antes, creían que habían robado y agredido al padre de uno de los detenidos, supuestamente con el solo fin de tomarse la justicia por su mano".