Estaban advertidos y ha llegado la hora. El lunes es Sant Jordi y la plaza tiene que estar limpia y despejada. A primera hora de la mañana, la Guardia Urbana les ha despertado y ha empezado a levantar las primeras tiendas de campaña. Así han acabado dos meses en los que la Plaza de Cataluña se ha convertido en una amalgama de símbolos y reivindicaciones. Las personas sin techo mezcladas con los independentistas. A estos últimos les han dado permiso para dejar instaladas tres carpas informativas. Nadie ha opuesto resistencia. Sólo algunas personas sin hogar que han avisado de que buscarán una nueva ubicación para acampar. A las 11 de la mañana la policía ha levantado el cordón policial y ha reabierto la plaza, que recupera su estampa habitual.