Kevin, de 63 años de Hoboken, Nueva Jersey, afirma que "mido 1,90 metros y pasé de 105 kilos a 90 kilos, sin perder ni un gramo de mi estómago. Creo que incluso se hizo aún más grande ", indicó Kevin a CBS News.
Hasta ese momento, los médicos le habían dicho lo que la mayoría de los adultos acumulan el peso en el área del estómago a medida que envejecemos y es difícil deshacernos de la grasa del vientre. "Pero después de la pérdida de peso, no perder un gramo de mi estómago, no tenía lógica", razona Daly. Sus doctores estuvieron de acuerdo y pidieron algunas pruebas.
Daly se sometió a una tomografía computarizada en el Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York en diciembre de 2017. Fue entonces cuando recibió la angustiosa noticia: "Una masa extremadamente grande" había invadido su sección media.
"Durante dos segundos me sentí completamente liberado", indica Daly. "Y después de eso me quedé petrificado porque después de escuchar que tienes una masa gigante, piensas en el cáncer y no sabía si iba a vivir, si iba a morir o si iba a estar pasando por quimioterapia y radiación durante años. No sabía lo que iba a pasar".
La masa resultó ser un raro tumor canceroso llamado liposarcoma, que crece en el tejido adiposo. Los cirujanos decidieron que el mejor tratamiento sería eliminarlo.
Desde la exploración inicial, los médicos estimaron que el tumor pesaba alrededor de 12 libras (unos 5,4 kilos). Pero durante la operación, se sorprendieron al ver que era más del doble de ese tamaño y se había enrollado alrededor del riñón. Les llevó seis horas eliminar el tumor de 30 libras (unos 13,6 kilos) junto con su riñón izquierdo.
Uno de los cirujanos de Daly, el doctor Julio Teixeira, explica que es el tumor más grande que había eliminado en sus 30 años de práctica y calificó el procedimiento como "una vez en una carrera". Al describir el peso de la masa, indicó que "una cosa es ver la imagen. Otra es tener este enorme tumor gigante en tus manos".
Recientemente, Daly se hizo la revisión de los tres meses, que no mostró signos de nuevos brotes. "Todo se veía genial. Me siento muy bien. Ahora peso 85 kilos, que era mi peso de la universidad y tengo la barriga plana, y tener 63 años así es bastante increíble", observa.
Teixeira dijo que es optimista sobre el pronóstico de Daly, aunque continuará siendo vigilado ante posibles tumores. También cree que esto debería ser una lección para los demás para que sean sus propios defensores de su salud y aconseja hablar con el médico si piensa que algo no funciona. "Presta atención a las señales de tu cuerpo", subraya. "Si tu instinto te dicen que algo anda mal, probablemente tengas razón".