Fue un familiar el que alertó a las autoridades, que vieron que junto a los cuerpos sin vida de Patrick Morgan, de 49 años, y su esposa, de 42, había una pistola con la que presuntamente se habría perpetrado lo que, según los primeros indicios, sería un crimen seguido de un suicidio en lo que catalogan como un "incidente doméstico".
Al parecer, la relación entre la pareja, que llevaba unida 21 años, había estado llena de altibajos, especialmente en la última etapa, donde la mujer, Angel Morgan, había llegado incluso a rellenar los papeles del divorcio para iniciar un trámite que finalmente, retractándose, paralizó hace cuatro meses.
En ello, –en las dificultades y los problemas en la relación de pareja–, influyó sin duda el encarcelamiento de sus hijos Blaique y Amari Morgan, de 20 y 18 años respectivamente, en unos hechos contextualizados a partir del 7 de enero de 2016.
Fue entonces cuando, según la policía, Robert Bielec, de 62 años, viudo, veterano de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, y los hermanos Morgan tuvieron una discusión durante la cual, tal y como recoge Daily Mail, Bielec habría hecho un comentario sexual relativo a la hermana pequeña de estos. Inmediatamente, ello desencadenó la reacción de Amari, de entonces 17 años, que, en palabras del abogado del Estado, John Connor, golpeó directamente la cabeza de su vecino con un bate de béisbol.
Según la autopsia practicada, fue ésta la causa de la muerte, debido a los traumatismos provocados por la fuerza y la violencia con que fue golpeado.
Por ello, el juez dictaminó que se había cometido un homicidio, lo que llevó a la detención de los hermanos y su posterior encarcelamiento.
Ahora, poco más de un año después, son sus propios padres los que han aparecido muertos, en lo que constituye un auténtico drama familiar.