Gemmell empezó a subir de peso con su primer embarazo pero no tenía idea cuántos kilos había ganado desde entonces. Decidió dejar de pesarse cuando llegó a la talla 28 (4XL) porque le daba mucha vergüenza, informa Metro. "Sabía que había ganado un poco de ‘barriga de mamá’ a través de los años, pero en mi cabeza no era para tanto”, explica.
En la fiesta de cumpleaños de su hijo, quiso disfrazarse de Batgirl pero se dio cuenta de que algo andaba mal cuando su disfraz 5XL no le entraba. Tuvo que ponerse leggins. Y al ver la foto, “me horroricé”. Le dije a Julian que me habían cogido un ángulo muy malo pero él muy amablemente me dijo ‘no, eres tú y así es como eres’”.
“Cuando vi las fotos de la fiesta, pensé ‘esa no soy yo’. No me parecía a Batgirl, era más como ‘Fatgirl’, cuenta.
En ese momento tomó una decisión. Al día siguientes se bajó una app para correr y empezó a hacer una dieta. Ahí se dio cuenta de que había estado comiendo a escondidas durante años. Acostumbrada a comerse la comida que los niños no querían y también comía mucha comida basura. Su decisión fue cambiar su estilo de alimentación y decirle adiós a la comida basura.
Al año siguiente, con 70 kilos menos, pudo elegir el disfraz que quiso. En la convención del cómic de ese año, Casey posó con su familia en las fotos vestida como una heroína. Y ahora, que sigue bajando de peso, se hace regularmente fotos disfrazada de pin-up. “Disfrazarme ahora es una experiencia y soy una superheroína mucho más realista que hace tres años”.
"Transformarme de ‘fatgirl’ a Batgirl no fue fácil y cuando me miro en el espejo, realmente me siento como una superheroína", afirma Casey.