Beatriz Montañez no volvería a la televisión por dinero y presenta Niadela donde cuenta su radical cambio vital

  • Beatriz Montañez: "No hay dinero en el mundo que te pueda comprar la paz"

  • "Por mucho dinero que ganara en televisión, prefiero la vida austera", confiesa

  • Presenta su novela Niadela en la Feria del libro de Valladolid

Beatriz Montañez era uno de los rostros más populares en España gracias a su participación en El Intermedio o Hable con ellas. Uno de los rostros más reconocidos de la televisión.

Desapareció, para asombro de todos hace seis años. Se mudó a una vieja casa de un pastor, sin seres humanos a 25 kilómetros a la redonda. El objetivo: encontrarse a sí misma después de haber triunfado en su faceta personal y profesional. Qué ocurrió. Lo refleja ella misma en su novela Niadela, una suerte de diario del primer año que pasó aislada del mundo tratando de hallarse a sí misma. Porque eso era lo que buscaba. Montañez ya había escrito antes, una de sus pasiones, sobre la muerte de su padre, fallecido cuando era ella prácticamente un bebé. Pero nada para ser publicado. Ahora sí. Ha pagado un peaje por esa soledad, pero no le importa.

Confesaba Beatriz en la cadena ser que su vida era una cabaña de piedra, 150 euros al mes y rodeada de animales."He recogido trozos de mí que había tirado a la basura para recomponerme de nuevo", confesaba entonces entre lágrimas. "Había mucho ruido en mi vida y eso me provocaba mucha inestabilidad. Necesitaba silencio. Quería parar y conocerme más", reconocía en las ondas.

Ahora, en la presentación de su novela no se arrepiente de su drástica decisión. "Por mucho dinero que ganara en televisión, prefiero la vida austera", ha asegurado. La guionista manchega ha presentado este domingo en la Feria del Libro de Valladolid su obra, un ensayo para amantes de la naturaleza en el que cuenta entre otras cosas sus vivencias después de abandonar la televisión y comenzar a vivir en una casa de pastores. Ha sido un paréntesis en su retiro voluntario.

"No hay dinero en el mundo que te pueda comprar la paz. Por mucho dinero que ganara en televisión, por mucho futuro que me esperara, prefiero la vida austera que llevo. Cien mil veces lo volvería a hacer antes que la vida que llevaba", ha confesado en rueda de prensa.

No existe una sola razón para este cambio, pues sentía "varias cosas que no estaban funcionando", en especial lo que le hacía perder el control frente a lo que quería hacer y en lo que se quería convertir. No le gustaba la imagen que se desprendía de ella en televisión. Lo pasaba mal.

La periodista solo abandona su encierro una vez cada 25 días, y pretende prolongar su estancia en este lugar: "Cada cinco o seis meses salgo de ahí, pero para mí es suficiente; voy a Madrid, al teatro, al cine, veo a mis amigos y les abrazo, porque el contacto con otra piel es lo que más echo de menos".

"La felicidad es simplicidad, simplicidad, simplicidad". Estas son las palabras que subraya Montañez en su libro, en cuyas páginas habla de la importancia de "detener tu movimiento, separándote del grupo o de la tribu, aguzando la vista y el oído".