Piden ayuda para su hijo de tres años del que abusaron cuando era bebé

Informativos Telecinco 17/12/2017 18:32

Elise Webber y Barry, su marido, ambos de Nueva Gales del Sur, en Australia, decidieron dejar a sus dos hijos, Olivia y Bobby, de 7 años y 6 meses respectivamente, al cuidado de la madre y la hermana de ella mientras se iban de luna de miel a la Costa Dorada.

Sin embargo, a los tres días de empezar su viaje, Barry recibió una llamada de Cassey, la hermana de Elise, que, preocupada, les pidió que regresaran inmediatamente puesto que Bobby estaba gravemente enfermo.

Según informa The Sun, Elise explica que: "Después de colgar, corrí al baño a vomitar. Luego tuvimos que esperar seis horas en el aeropuerto. Cuando llegamos al Sydney Children's Hospital, mi madre estaba bañada en lágrimas".

Los médicos se negaron a que la familia viera al pequeño Bobby sin antes comunicarles su estado, puesto que presentaba claros signos de abuso. Así, los especialistas explicaron a los padres que su bebé tenía marcas en todo el cuerpo y que necesitaba soporte vital para sobrevivir.

"Al entrar a la UCI, mi hijito estaba hinchado, con marcas visibles en su cuerpo. No entendía cómo alguien podría hacerle esto. Mi madre explicó que Andrew, el prometido de mi hermana, había cuidado a Bobby mientras ella y Casey llevaban a Olivia al cine. Cuando volvieron, Bobby estaba enfermo. Horas después, se había quedado sin fuerzas. No podía creer que Andrew pudiera hacer esto. Había sido parte de nuestra familia durante 12 años, lo amaba como a un hermano", declaró Elise.

Cuando Andrew llegó al hospital, negó lo ocurrido ante Elise, asegurando que mientras él se echaba la siesta, alguien habría entrado en casa y habría abusado del bebé, teoría que ella creyó.

Tras realizarle algunos análisis y pruebas médicas, los doctores descubrieron que Bobby se había quedado ciego porque los vasos sanguíneos de sus ojos habían estallado como consecuencia de golpes y sacudidas, tenía huesos fracturados, epilepsia, hematomas, marcas de mordiscos y daños cerebrales que le causaron tetraplejia.

Estaba en un estado tan crítico que los especialistas aconsejaron a los padres que desconectaran a su bebé del soporte vital para evitar su sufrimiento. Ellos se negaron y el pequeño siguió luchando hasta que, diez días después, fue trasladado al Hospital Nepean y posteriormente, le dieron el alta médica.

Un mes después, Andrew Nolan asumió la autoría de las lesiones y fue sentenciado a un mínimo de ocho años y seis meses de cárcel.

Por su parte, Elise afirma que: "Andrew nunca explicó el motivo que le llevó a golpear a mi hijo esa noche. Nunca lo perdonaré. Ha llevado su tiempo, pero Casey y yo hemos conseguido pasar página. No la culpo por lo que sucedió, yo hubiera dejado a Bobby con Andrew. Ahora Bobby tiene tres años y ha recuperado algo de visión. Nunca digo que Bobby tenga limitaciones porque no conoce fronteras. Es el chico más valiente que conozco y dedicaré mi vida a hacerlo feliz".

Sus padres han creado la página de Facebook Bobby el Valiente, en la que cuentan su historia y aceptan donaciones para cubrir sus gastos médicos.