Un bebé muere decapitado en el útero de su madre durante el parto

Informativos Telecinco 12/05/2018 12:53

Al parecer, la ginecóloga Vaishnavy Laxman, que trabaja en el Hospital Ninewells de Dundee, Escocia, ignoró el dolor que estaba sufriendo la madre y continuó con el parto a pesar de las complicaciones. Según se ha relatado, el bebé estaba naciendo de nalgas, por lo que con una cesárea hubiera sido más segura.

El relato de los hechos es bastante tétrico: la doctora de 41 años pide a la mujer que empuje para que el bebé pueda salir, mientras ella tiraba de las piernas del bebé para ayudar a esa acción; pero debido a ese movimiento, las piernas, los brazos y el torso del bebé se despegaron de la cabeza, quedándose ésta en el útero de la madre.

En ese momento, otros dos médicos realizaron una cesárea a la mujer para extraer la cabeza. Incluso “volvieron a unir” la cabeza al cuerpo para que la madre pudiera abrazarlo y despedirse de él. Además, indican que la mujer se encontraba en paro en el momento del parto, que ocurrió en marzo de 2014.

Ahora, un tribunal de médicos de Manchester ha investigado los hechos, indicando que la doctora continuó con un parto vaginal a pesar de que el cuello uterino de la paciente “no tenía más de cuatro centímetros de dilatación”.

En el tribunal, la mujer indicó sobre los días antes al fatal alumbramiento que “me habían hecho un escáner el viernes anterior y me dijeron que mi hijo estaba de nalgas. La enfermera me dijo que lo más normal era que me hicieran una cesárea”.

“Pero cuando me llevaron a la sala de parto, nadie me contó que estaba sucediendo. Había mucha gente hablando y decían que el bebé tenía que salir, pero nadie me miró a los ojos para decirme qué iba a pasar”, explicó la paciente ante el tribunal. “Recuerdo que me dijeron que tenía dos o tres centímetros de dilatación y me dijeron que empujara. Nadie dijo que no iba a tener una cesárea y que estaban haciendo otra cosa. Mientras esto sucedía, estaba sufriendo”, aseguró.

"El único alivio del dolor que recibí fue un espray en mi lengua. Me dijeron que tenía la intención de aflojar mi cuello uterino, pero no me dieron gas ni aire, sentía dolor. Hice que los médicos pusieran sus manos dentro de mí y los tuve empujando sobre mi estómago y luego tirando de mí hacia abajo”, continuó relatando.

"Traté de levantarme de la cama, pero me hicieron retroceder tres veces y me dijeron que tenían que sacar al bebé. Intentaron dos veces cortarme el cuello uterino y nadie me dijo que lo iban a hacer. No hubo anestesia. Les dije 'no se siente bien, deténganlo, qué está pasando, no quiero hacerlo', pero nadie me respondió de ninguna manera”, explicó.

Otros expertos consultados por el tribunal médico también aseguraron que la mejor opción habría sido hacer una cesárea de nivel uno, ya que la elección del parto vaginal fue incorrecta. “Nunca se debe realizar un parto vaginal en esa situación”, explicó el abogado del Consejo médico General, Charles Garside.

Por su parte, el abogado de la ginecóloga quiso dirigirse a la mujer para pedirle disculpas de parte de su cliente: “La doctora Laxman me ha pedido que le diga que lo siente mucho y que está muy triste por lo sucedido con su bebé”.