La muerte de su hermano en 2016 supuso un duro golpe para esta mujer de 83 años. Pero lejos de regocijarse en el dolor, Jean Harcourt decidió comenzar a correr como forma de lidiar con la dolorosa pérdida. "Leí un artículo sobre cómo lidiar con el dolor y leí que hacer algo que crees que es imposible sería una buena terapia, así que pensé en una maratón”, explica Harcourt.
Según explica Metro.uk, la energía de esta bisabuela no estaba agotada, sino dormida, ya que 14 años atrás, Jane solía practicar este tipo de maratones. Actualmente, y tras más de un año de entrenamientos, Jean recorre semanalmente más de 55 kilómetros.
"Al principio, corría por un minuto, la siguiente vez corrí un minuto y medio. Ni siquiera podía hacer dos minutos. Estaba sin aliento. Ahora hago nueve kilómetros a la vez. Corro seis veces a la semana”, señala la bisabuela.
“Sé que lo haré porque tengo una naturaleza muy decidida. Aconsejaría a cualquiera que esté afligido a que acepte lo que parece imposible”, anima.
Una maratón solidaria
La maratón de Londres es conocida por su carácter solidario. La organización recauda fondos para diferentes entidades benéficas, pero en el caso de Jean su papel en la carrera es mucho más personal. Harcourt intenta recaudar fondos para un familiar cercano que sufre Parkinson.
"Mi familia no duda por un momento que lo completaré. Todos son muy solidarios. No me importa si me lleva seis horas. No es una carrera. Es una prueba de aguante y resistencia”, afirma Jane.