El presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, ha transmitido su "gratitud" al Papa Francisco por la "confianza de cara al futuro" depositada en su persona tras conocerse que el pontífice lo creará cardenal el próximo 14 de febrero, al tiempo que se ha puesto a su disposición para "colaborar hondamente" en aquello que le pida.
Así lo ha señalado en una rueda de prensa celebrada este lunes en el Palacio Episcopal de Valladolid, donde ha asegurado que la decisión del Santo Padre supone un "estímulo" para ejercer su ministerio y ha interpretado la decisión del Santo Padre como una evaluación "satisfactoria" de su labor como obispo realizada hasta la fecha.
Blázquez, que ha insistido en que el anuncio de Francisco ha sido "una sorpresa", ha reconocido que experimentó "un haz de sentimientos" tras conocer la noticia, sensaciones que "se fueron acumulando y asentando poco a poco" a lo largo del día, entre las que se encontraron también "la alegría y la satisfacción".
Tras admitir que aún no ha tenido ocasión de hablar con el Papa tras conocerse su futura proclamación como purpurado, el presidente de la Conferencia Episcopal Española ha confesado que, a pesar de que ya "algunos medios" lo habían incluido como posible nombre dentro de la lista de nuevos cardenales, no había dado crédito a estas quinielas dado que "todo el mundo tiene mucha imaginación y los periodistas no tienen menos", motivo por el cual el anuncio "ha sido inesperado".
En este sentido, Ricardo Blázquez espera reunirse "pronto" con el nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, para conocer más detalles sobre sus nuevas responsabilidades y ponerse a disposición de la Santa Sede.
COLABORADOR "ESPECIAL" DEL PAPA
El arzobispo, el cual ha mostrado su intención de que el birrete cardenalicio afecte "lo menos posible" a su labor pastoral en la Archidiócesis vallisoletana, ha apuntado que, al margen de participar en una eventual elección papal, la tarea de cardenal implica ser "un colaborador especial" del pontífice a través de "consultas personales".
Al hilo de esto, ha indicado como horizonte más inmediato para la Iglesia Católica la reforma de la Curia promovida por Francisco, algo que se debatirá también en el Consistorio que se celebrará en Roma del 12 al 15 de febrero, la misma cita en la que Blázquez será creado cardenal.
El nuevo purpurado, que desconoce si por lo reciente de su incorporación al colegio cardenalicio tomará parte o no en este proceso, ha asegurado que desconoce el borrador planteado por el Vaticano, pero ha establecido como hipótesis de por dónde podría ir dicha reforma una agrupación temática de dicasterios, ya que, a su juicio, "no siempre multiplicar organismos mejora el servicio de una institución", sino que "a veces dificulta la fluidez".
En su comparecencia ante la prensa, Ricardo Blázquez se ha definido como "un servidor de la Iglesia" y ha expresado su deseo de ser recordado como "una persona que intentó hacer el bien", después de lo cual ha reconocido que en los casi 27 años que lleva como prelado en diferentes diócesis ha tenido "momentos de todos los tipos, luminosos, oscuros y grises".
El presidente de los obispos españoles ha evitado pronunciarse sobre los motivos que han llevado al Papa ha elevarlo al rango de cardenal, pero sí ha compartido una conversación mantenida hace cerca de un año en la que el pontífice se interesó por sus escritos. Asimismo, ha recordado su paso por el Diócesis de Bilbao, en la que, tal como ha subrayado, trabajó por "la pacificación y la serenidad".
"COMUNIÓN AFECTIVA" CON FRANCISCO
Monseñor Blázquez ha destacado también la "sintonía profunda" de la Iglesia española con el Santo Padre, así como su "comunión afectiva" a nivel personal entre el arzobispo y Jorge Mario Bergoglio. "La esperanza que representa el Papa Francisco va más allá de los límites de la Iglesia Católica y de otros credos cristianos, la humanidad contempla al Papa como alguien que puede ayudarla", ha aseverado.
De esta forma, el arzobispo de Valladolid ha destacado la "atención a los pobres y los desamparados" defendida por el pontífice, así como su "trabajo por la paz" en cuestiones donde ha mediado, como el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, o su invitación a rezar en los jardines vaticanos a los líderes de Israel y Palestina con el fin de favorecer la resolución del conflicto.
Además, ha elogiado la "forma de vivir" de Francisco, que a juicio de Blázquez, "avala sus palabras".