Díaz precisó al canal estatal Venezolana de Televisión que los cuerpos localizados correspondieron a un hombre de 47 años y un niño de 5, integrantes del grupo familiar de tres adultos y cuatro niños que quedó sepultado tras el deslizamiento de tierras provocado por las fuertes lluvias caídas en la zona.
Los otros cinco cadáveres fueron recuperados el martes tras la remoción de importantes volúmenes de tierra y roca realizada a mano por los bomberos ya que lo intrincado del lugar no permitió la utilización de maquinaria especializada.
La zona del siniestro se localiza en la salida de Caracas hacia la costa y se caracteriza por las pendientes y la inestabilidad del terreno en el que se asientan numerosos "ranchos", viviendas precarias que sirven de refugio a los sectores más pobres de la sociedad.
La jefa del Distrito Capital, Jacqueline Farías, recordó el martes que antes del accidente se dio la orden de abandonar las viviendas, "pero no quisieron salir y su expresión fue: 'si me dan la llave de otra casa, me salgo', y, como se sabe, no podemos tener una vivienda para cada uno".
El alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez, indicó por su parte que algunos de los residentes en la zona fueron trasladados a refugios temporales y aseguró que recibirán viviendas "que serán construidas en un lapso aproximado de dos meses".