La búsqueda del Airbus en el Atlántico termina sin resultados por cuarto día

AGENCIA EFE 05/06/2009 00:00

Un soporte utilizado para la acomodación de cargas (pallet) de unos 2,5 metros cuadrados y dos boyas, que se pensaba eran del aparato siniestrado, fueron los primeros materiales recuperados por la Marina brasileña de una extensa área del Atlántico de cerca de 220 kilómetros de radio que es barrida por mar y aire.

Sin embargo, el brigadier general Ramón Borges Cardoso, director del Departamento de Control del Espacio Aéreo de la Fuerza Aérea Brasileña, dijo esta noche que los primeros exámenes indican que esos objetos no estaban en el Airbus A330-200 accidentado.

"El pallet que fue encontrado no hacía parte de la aeronave", dijo el oficial a periodistas en la ciudad de Recife.

Explicó que el soporte hallado es de madera y que los usados en aviones no son de ese material, sino de aluminio por ser un metal liviano.

"Hasta el momento ningún pedazo de la aeronave (fuselaje) fue recuperado", anotó el militar, quien señaló que los aviones de la Fuerza Aérea sí han detectado restos del aparato flotando en el mar, pero hasta ahora ninguno de ellos ha podido ser recogido por los barcos de la Armada porque las corrientes marinas los arrastran por kilómetros.

Ni la Fuerza Aérea, que barre desde el lunes la zona donde se cree que se produjo el accidente el domingo por la noche, ni la Marina, que envió cinco barcos al área, han encontrado tampoco supervivientes, cadáveres ni pertenencias de los pasajeros y tripulantes.

"Estamos con más de cien horas desde el accidente y cada vez es más remota esa posibilidad" de encontrar supervivientes, dijo el oficial, quien agregó que mañana intentarán recoger del mar algunos de los pedazos del avión avistados en los tres últimos días desde el aire.

La Fuerza Aérea informó de que sus pilotos avistaron esta mañana nuevos restos, al parecer de partes internas y externas de la aeronave.

En las operaciones de búsqueda participan también un avión de patrulla marítima P-3C Orion de Estados Unidos y un Falcon 50 de Francia.

El área de operaciones está próxima a las islas de Sao Pedro y Sao Paulo, formaciones rocosas deshabitadas situadas a unos 704 kilómetros del archipiélago brasileño de Fernando de Noronha y a 1.296 kilómetros de la ciudad de Recife.

Mientras tanto en Río de Janeiro, la ciudad de la que partió el vuelo siniestrado, que tenía como destino París, se rindió un homenaje a las víctimas en una ceremonia ecuménica celebrada en la iglesia de la Candelaria.

Al acto acudieron familiares y amigos de las víctimas, además del ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, y su homólogo brasileño, Celso Amorim, en representación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Poco antes del acto, el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, afirmó que, como la tragedia no fue natural y el avión alcanzó a enviar notas técnicas sobre problemas a bordo, tanto Air France como el fabricante Airbus tienen mucho qué explicar sobre las causas del accidente.

En una rueda de prensa posterior, Kouchner afirmó que por ahora no hay ninguna explicación para la tragedia y defendió la transparencia de Francia en las investigaciones ante las inquietudes planteadas por la prensa y algunos familiares.

"Estamos trabajando para que podamos encontrar una explicación de lo que ocurrió lo más rápido posible, pero por el momento no tengo explicación. No estamos escondiendo nada y no hay razón para esconder", sostuvo.

Interrogado sobre la posibilidad de un atentado terrorista, el ministro respondió que "hasta ahora no existe ninguna evidencia sólida en esa dirección", lo que no quiere decir que se haya descartado esa hipótesis.