Hace siete años, un camarero se encontró 4.200 euros en el interior de una chaqueta que unos clientes olvidaron en el local, un restaurante de La Manga, en Murcia.
Al no aparecer el dueño del dinero, ni acreditarse su procedencia, la Abogacía del Estado pretendía que los 4.200 euros se los quedase el propietario del restaurante. Sin embargo, ahora un tribunal ha decidido que es el camarero el que tiene derecho al dinero, por ser él quien lo denunció el hallazgo y lo entregó a la Guardia Civil.